El Ministerio Fiscal considera "acreditado" que Leonardo Patterson cometió un delito de contrabando de arte cuando sacó de España sin autorización las piezas precolombinas que había importado para dos exposiciones en Santiago de Compostela, por lo que mantiene su petición de cárcel, mientras que la defensa de Patterson reclama su libre absolución al reiterar que "no hubo dolo" y que no pidió la autorización porque desconocía que fuese necesario.

El juicio, que se ha celebrado este jueves en el juzgado número 2 de lo Penal de Santiago, ha quedado visto para sentencia después de que la defensa declinase la posibilidad de citar para otra jornada al exconselleiro de Cultura Jesús Pérez Varela, llamado a declarar pero que no acudió a la vista.

En sus conclusiones, el fiscal Antonio Roma ha considerado "acreditados" los hechos que se le imputan a Leonardo Patterson con las declaraciones que se han sucedido en toda la jornada. En concreto, considera que el delito atañe a "patrimonio histórico nacional" dado que las piezas protegidas se encontraban en España, que fueron exportadas sin la autorización pertinente y cuyo valor supera los 50.000 euros, como marca la ley.

"Tenemos pruebas de todos los elementos", ha indicado el fiscal, quien ha rechazado que existan dudas sobre la posibilidad de que estas piezas puedan considerarse patrimonio histórico nacional. Para el Ministerio Fiscal, la legislación española es "diáfana" e insta a "no confundir la propiedad material con el valor cultural" intrínseco y, por tanto, objeto de protección de una pieza.

Las piezas, ha recordado en sus conclusiones, entraron en territorio nacional "con un permiso de exposición temporal" y, tras caducar, "el delito es que se exporten" sin el permiso pertinente, ha explicado el fiscal.

Dado que es el propio acusado el que ha reconocido que dio "instrucciones" para que se llevase la colección de nuevo a Alemania, "si él es el que exporta, es su deber informarse", ha defendido Antonio Roma, que ha recordado que en las actuaciones estaban implicados tres letrados —el entonces abogado de Patterson, Gerardo Conde Roa, y dos letrados costarricenses a los que el acusado encargó dar la orden de traslado de la colección desde Santiago a Alemania—.

Aunque la Fiscalía reitera su petición de dos años de prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, e incautación de las piezas y custodia por ha rebajado en sus conclusiones finales la petición de multa desde los 60 millones de euros a 28 millones de euros.

Esta rebaja se produce a tenor de la declaración por videoconferencia de dos peritos mexicanos que examinaron las piezas de este origen incautadas a Patterson. Los peritos han certificado ante la jueza que "algunas piezas eran de manufactura reciente", por lo tanto "falsas". Este hecho ha provocado que la Fiscalía rebaje la valoración total y, por tanto, la petición de multa.

Tanto el abogado del Estado como la letrada que representaba la acusación de la República de Ecuador se han adherido a las conclusiones del Ministerio Fiscal y han recordado que el propio Patterson "reconoció que no pidió permiso" para sacar las piezas del país, algo que obliga la ley.

La defensa pide la absolución

Por su parte, el letrado que lleva la defensa de Patterson, Ramón Sabín, ha rechazado que las piezas, en cuanto son de origen sudamericano, puedan considerarse patrimonio histórico nacional. "Las piezas no son patrimonio histórico español se le den las vueltas que se le quieran dar", ha sentenciado, al tiempo que ha recordado que fueron "incautadas en Alemania" y no en territorio español.

Tal y como ha precisado Ramón Sabín, estos hechos deben ser juzgados conforme a la ley antigua y no a la reforma de 2011. Por tanto, según la ley de 1995, para que se considere delito de contrabando de arte debe haberse producido "dolo".

"No hay ni una sola prueba que indique que Patterson actuó con dolo", ha sentenciado la defensa, que ha acusado a la Fiscalía de pretender "crucificar" al acusado y ha atribuido "mala fe" a la Administración española, que estuvo implicada en las exposiciones realizadas con esta colección y participa ahora como acusación. "Han engañado a este señor", ha sentenciado.