El sindicato CCOO considera que "no está justificado" un segundo enlace eléctrico entre Mallorca y la península, dado que, a su juicio, este cable "no es una inversión ni necesaria, ni de utilidad", puesto que no sólo "no supondrá una rebaja en el recibo de la luz, sino más bien será un sobrecoste".

En un comunicado, la Federación de Industria de CCOO ha señalado que si a esto añadimos que sus justificaciones "no tienen rigor sobre la rentabilidad limpia porque no se tiene en cuenta la relación entre coste-beneficio, se trata de perseverar nuevamente en los mismos errores del pasado, cuando previendo grandes beneficios inauguramos aeropuertos sin aviones, líneas AVE sin pasajeros y autopistas de peaje que sólo en Madrid tienen un déficit de 3.600 millones de euros".

El sindicato ha recordado que el pasado 23 de septiembre, el Ejecutivo balear inauguró el enlace eléctrico Mallorca-Península, infraestructura que ya lleva más de un año en funcionamiento.

"Aprovechando el galanteo del momento con la empresa explotadora de la conexión, nos transmiten la brillante decisión de invertir 1.400 millones de euros en un segundo enlace, justificándolo en el ahorro de costes de 50 millones de euros que, dicen, ha supuesto el que ya está en servicio en la mejora de la seguridad del suministro, al reducir las emisiones de CO2 en Baleares y en una tarifa eléctrica más barata para los ciudadanos", ha señalado.

En principio, el sindicato estima que se trata de una "buena noticia" para los consumidores, pero sobre la cual, en su opinión, conviene analizar cada justificación por separado.

En primer lugar, considera que se debe tener en cuenta que el precio de la tarifa eléctrica se regula a nivel de España y, pese a que ya se dispone de este primer cable, "la tarifa sólo para este último trimestre se ha subido un 3,2%". Por lo tanto, critica que anunciar mejores precios simplemente para disponer de más conexiones submarinas "no se corresponde con la triste realidad".

En segundo lugar, CCOO sostiene que es "indiscutible" la importancia de la reducción de las emisiones de CO2, pero ha aseverado que la experiencia "nos ha demostrado que su influencia sobre las decisiones en la planificación de la política energética en nuestro país no debe repercutir en el ya castigado bolsillo de los consumidores".

En cuanto a la seguridad y la garantía del suministro del sistema eléctrico insular, ha dicho que es "irrefutable que está ampliamente contrastada por los ciudadanos, puesto que la potencia instalada es muy superior a la demanda", por lo cual ha reconocido que los cortes de suministro por fallo en el sistema son "prácticamente inexistentes, o muy excepcionales, y habitualmente debidos a los necesarios trabajos de mantenimiento que continuarán siendo inevitables".

Por esta razón, estima que su peso en la necesidad de esta inversión es "nulo", teniendo en cuenta que 2la fiabilidad de nuestro sistema eléctrico está al mismo nivel que la del sistema peninsular".

Con respecto al ahorro de costes, CCOO afirma que 50 millones de euros son "muchos millones de razones", si bien ha apuntado que "lo malo es que representa una verdad a medias, puesto que no se informa sobre el coste final de producción que para el sistema eléctrico ha supuesto esta electricidad que hemos recibido por el enlace, que conjuntamente con la amortización de la inversión (450 millones de euros), tienen una repercusión directa sobre el precio de la luz".

En definitiva, ha señalado que "si somos conscientes de que Baleares cuenta ya con un sobrante de potencia instalada de 900 MW de tecnología puntera y medioambientalmente sostenible, la inversión del cual todavía se debe amortizar vía tarifa, la conclusión es que "un segundo cable no es una inversión ni necesaria, ni de utilidad".