La Fundación Santa María de Albarracín continúa con la restauración de la muralla, y durante los próximos meses se llevarán a cabo los trabajos entre 20 y 30 metros.

Concluida la restauración del ábside de la catedral, los trabajadores del centro de restauración han desplazado su objetivo a la muralla, que rodea el escarpe del meandro, en torno a la torre Blanca. En origen pudo ser la muralla que cerró la primitiva medina islámica de Albarracín.

Se trata de continuar con el proceso de restauración de esta muralla, prolongando un tramo más, el recate que durante años precedentes se ha venido realizando.

"Es un tramo muy complicado, tanto por el profundo escarpe en el que se sitúa, justo en el límite de la ladera del meandro, encima de un saliente rocoso, como por el lamentable estado de conservación que presenta", ha informado la Fundación.

Esta muralla sirve de muro de contención de las tierras que rodean a la torre Blanca, en el acceso rodado hacia la parte posterior del cementerio. Es por ello que se encuentra muy oculta por la maleza de vegetación que la cubre, causante en parte, del deterioro principal de la misma.

Existen esquinazos prácticamente perdidos en los que se deja al descubierto el relleno de materiales del ancho muro defensivo, coincidentes por otra parte con las escorrentías de pequeños canales superficiales a través del muro.

Los trabajos principales consistirán en el afianzamiento de estos muros degradados, que en origen se encontraban cementados con morteros de cal y canto, que se pretende utilizar de nuevo, aprovechando los desprendimientos de piedras que hay al pie de la muralla, para reponer la nivel calcáreo exterior en tramos igualmente muy perdidos.

Dependiendo de la disponibilidad económica, se profundizará además en la excavación arqueológica de relleno de tierra que contiene, a través de la cual se extraería cuando menos, la anchura total de la fortificación en este sector.

La restauración es promovida por la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón, a través de un convenio firmado con la Fundación Santa María de Albarracín, por un importe total de 25.000 euros.