El Ayuntamiento de Palomares del Río (Sevilla), gobernado en minoría por María Dolores Rodríguez (PP), ha celebrado recientemente un pleno saldado con un rechazo de la oposición a la propuesta del Gobierno local para revisar el plan de ajuste aprobado merced al real decreto Ley 4/2012, promovido por el Gobierno central para habilitar vías de endeudamiento a fin de que las administraciones saldasen deudas con sus proveedores, aunque a cambio de sacrificios económicos.

La propuesta de revisión del mencionado plan de ajuste surgía en respuesta al un nuevo real decreto Ley en la materia, titulado en concreto como decreto de "medidas urgentes contra la morosidad de las administraciones públicas y de apoyo a entidades locales con problemas financieros". Manuel García Ogalla, portavoz del Grupo socialista, ha manifestado a Europa Press que esta votación fue celebrada cuando el Grupo popular contaba aún con cuatro concejales, dado que la destitución del hasta ahora tercer teniente de alcalde, Anselmo Javier Monge, dejaría al PP con sólo tres ediles al optar este último por convertirse en capitular no ascrito.

De cualquier modo, el Gobierno municipal del PP afrontaba esta votación en clara minoría al contar aún con cuatro ediles pero tener enfrente a una oposición formada por tres concejales del PSOE, tres de IU-CA, uno de UIPR, uno del Partido Democrático de Andalucía (PDA) y un concejal no adscrito. La propuesta de revisión del plan de ajuste, según García Ogalla, no prosperó al contar con los votos de los cuatro ediles del PP y del aún único edil no adscrito, pero el pronunciamiento contrario de los tres ediles del PSOE, los tres de IU-CA y el de UIPR. El edil del Partido Democrático de Andalucía, de su lado, no había acudido a la sesión.

"No estamos de acuerdo en que los planes de pago a proveedores sean utilizados para acometer recortes antisociales en los servicios públicos", señala García Ogalla, quien recuerda el reciente cierre de la guardería municipal. ara el portavoz socialista, el Gobierno municipal del PP, ahora reducido a tres ediles, sufre una clara debilidad ante los diez miembros de la oposición, con lo que espera que la alcaldesa acepte la idea de someterse a una cuestión de confianza.