Todos los ministros del partido del Pueblo de la Libertad (5 de 15 del total del Gobierno), liderado por el ex primer ministro Silvio Berlusconi, presentaron este sábado su dimisión del Gobierno italiano de Letta, según informó un portavoz del viceprimer ministro y secretario general de la formación política, Angelino Alfano, en declaraciones recogidas por el diario italiano La Repubblica.

El PDL había avanzado el pasado miércoles que sus ministros dimitirían en bloque si finalmente el ex primer ministro Silvio Berlusconi era expulsado del Senado en la votación del 4 de octubre en aplicación de la ley Severino por haber sido condenado a cuatro años de prisión por fraude fiscal en el 'caso Mediaset'.

"Entregamos nuestras dimisiones para consentir en los próximos días un mayor debate y la asunción de responsabilidades de parte de todos", dice la nota, firmada por Angelino Alfano, Nunzia De Girolamo, Beatrice Lorenzin, Maurizio Lupi e Gaetano Quagliariellon.

El PDL llevaba semanas condicionando su apoyo al Ejecutivo de Enrico Letta a la resolución de los problemas judiciales de Berlusconi, lo que provocó que el primer ministro quisiera comprobar en el parlamento si aún tiene la confianza de la mayoría para Gobernar.

La decisión de Letta de pedir la confianza a la Cámara baja fue interpretada por Berlusconi como parte de una campaña contra él y una manera de "acoso", llevándole a emitir un comunicado donde "invitaba" a los miembros del PDL en el Gobierno a que evaluasen "la posibilidad de presentar su inmediata dimisión para no ser cómplice del acoso impuesto a los italianos", aseguró 'Il Cavaliere'.

La respuesta a esta invitación no tardó en llegar, y este sábado los cinco ministros del PDL presentaron su renuncia. Berlusconi cumplió así con sus amenazas, poniendo al país al borde de una crisis política.

Sin embargo, la excusa puesta por Berlusconi para pedir la dimisión de sus ministros no fue su probable expulsión del Senado, sino la próxima subida del IVA del 21 al 22% en su tipo general, que entrará en vigor el próximo martes 1 de octubre.

Esa subida del IVA era el tema a debatir en el último Consejo de Ministros, que tenía previsto aprobar un decreto ley para evitarlo. Letta decidió entonces posponer ese debate y dar prioridad a la estabilidad política del Ejecutivo al anunciarles que pedirá su confianza en el parlamento. Su intención era convocar las Cámaras para el lunes o el martes y averiguar hasta qué punto mantenía la mayoría parlamentaria que lo refrendó a finales de abril pasado tras unas elecciones generales de resultado incierto.

Ante las acusaciones de Berlusconi, el primer ministro afirmó que la imposibilidad de frenar la subida del IVA no era culpa suya sino del PDL, que obligaba al Ejecutivo a comprobar si tienen aún la mayoría después del anuncio de los parlamentarios de ese partido de dimitir en bloque si el próximo viernes se decidía que Berlusconi debe dejar su escaño.

Esta dimisión en bloque del PDL, sumada a la entrada en vigor el próximo martes de la subida del IVA —aprobada por el Gobierno anterior de Mario Monti, y que hasta ahora se ha venido aplazando—, puede complicar aún más la delicada situación de la economía de Italia, que en las últimas semanas ha acusado la desconfianza de los inversores en el mercado de deuda por esta inestabilidad.

No es la primera vez que 'Il Cavaliere' entra en escena para retirar la confianza al Gobierno. Algo similar ocurrió con el anterior Gobierno del tecnócrata Mario Monti, cuando retiraron su confianza al Ejecutivo de Monti, que pretendía aprobar una serie de medidas económicas. Todo ello desencadenó una profunda crisis de Gobierno que llevó a Monti a presentar su dimisión ante el presidente de la República, Giorgio Napolitano, y a convocar elecciones.

No obstante, tras la marcha de cinco de sus ministros, Enrico Letta llamó por teléfono al presidente de la República, Giorgio Napolitano, para tratar la situación creada, y ya avanzó que no dimitiría.

Letta adelantó que el Gobierno no podía seguir adelante con "tensiones insostenibles" causadas por la falta de separación entre el plano gubernamental y el de las cuestiones personales de Berlusconi, y lanzó un tuit en el que pidió a los italianos "no morder el anzuelo de Berlusconi".

Fuentes del palacio Chigi, sede del Ejecutivo, aseguraron que Letta no dimitirá y que irá al Parlamento a pedir la confianza con este Gobierno, y calificaron de "locura" el gesto de Berlusconi, que atribuyeron a "motivos personales".

Por su parte, el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, ha asegurado que va a analizar las posibilidades de continuidad del Gobierno que lidera Enrico Letta: "Estamos en una fase un poco críptica, yo intentaré ver si hay posibilidades para la continuación de esta legislatura y además procederé a una cuidadosa verificación de los precedentes que existen en otras crisis de Gobierno, a partir de la segunda crisis de Gobierno Prodi en 2008", ha asegurado.

Además, Napolitano advirtió de que las Cámaras serán disueltas "sólo ante la imposibilidad de que no haya Gobierno".