La infanta Cristina ha acudido este miércoles al hospital universitario Quirón, en la localidad de Pozuelo de Alarcón (Madrid), para visitar al rey, operado este martes de la cadera izquierda.

La hija menor de Don Juan Carlos ha llegado en un Volvo conducido por su secretario personal, Carlos García-Revenga, quien fue citado a declarar en calidad de imputado en el 'caso Nóos'. La Infanta iba sentada en el asiento del copiloto de un automóvil que no pertenece al parque automovilístico del Estado, aunque iba escoltado por un segundo coche oficial.

Es la primera aparición pública de Doña Cristina desde que se ha marchado a vivir a Ginebra, donde reside en la actualidad con sus hijos y trabaja para La Caixa como directora del Área Internacional de la entidad.

La infanta ha encontrado en Suiza la tranquilidad que no tenía en España después de la imputación de su marido, Iñaki Urdangarin, en Nóos, un caso que también le ha salpicado.

A diferencia de lo que ocurrió en noviembre de 2012, cuando el rey fue operado por vez primera de la cadera izquierda, la infanta no ha acudido al hospital acompañada por Urdangarin.

Aquella visita —que hizo coincidir a todos los miembros de la Familia Real en la habitación del rey— fue interpretada por parte de la opinión pública como una especie de perdón al duque, lo que obligó a Zarzuela a eliminar semanas después a Urdangarin de la página web de la institución, para marcar así una mayor distancia con el marido de la Infanta.

Ya en marzo pasado, cuando el jefe del Estado volvió a pasar por el quirófano por una doble hernia discal, la infanta, que vivía en Barcelona, se desplazó a la clínica La Milagrosa para visitar a su padre y fue sin Iñaki Urdangarin.

En estos momentos tan delicados para la monarquía, cuya popularidad ha bajado notablemente debido, entre otros, a las numerosas polémicas entorno al rey, parece que la Familia Real está queriendo dar ante la opinión pública una imagen de unidad absoluta. De hecho, la reina, la infanta Elena y los Príncipes de Asturias han acudido todos los días al hospital universitario Quirón para arropar al rey, algo que en otras operaciones no ha sucedido.