Renfe defiende que actuó "con absoluta diligencia" ante los problemas detectados en el ERTMS en la línea ferroviaria entre Ourense y Santiago de Compostela, de forma que solicitó la desconexión de este sistema de seguridad y ha estado "en permanente contacto" con el fabricante de los trenes para intentar solucionar el problema.

Según han informado a Europa Press fuentes de Renfe, la compañía ha presentado un escrito de impugnación al recurso planteado por el exjuez Baltasar Garzón, que lleva la representación legal de una de las víctimas mortales del accidente del tren de Santiago, y que reclamaba la imputación de altos cargos de la empresa operadora de servicios ferroviarios.

Después de que el juez que instruye la causa sobre el siniestro ferroviario, Luis Aláez, rechazase ampliar a Renfe las imputaciones ya decididas en el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Baltasar Garzón presentó un recurso de apelación parcial contra el auto del juzgado en el que pide la imputación del responsable de seguridad de Renfe y de quien elaboró el libro horario y el cuadro de velocidades.

En su escrito de impugnación, Renfe insiste en que en el punto kilométrico en que se produjo el accidente ferroviario el pasado 24 de julio nunca estuvo disponible el sistema ERTMS.

Sin limitación temporal

Además, en contra de lo que manifiesta en su recurso Baltasar Garzón, Renfe señala que la autorización otorgada por Adif el 25 de junio de 2012 para la circulación de trenes S/730 con desconexión ERTMS en la línea Ourense-Santiago "no tenía ninguna limitación temporal".

La fuentes consultadas por Europa Press han asegurado que esta autorización para circular con el ERTMS desconectado "debía durar en tanto no se solucionasen los problemas técnicos que motivaron dicha desconexión".

Las fuentes de Renfe agregan, además, que el comisario de Transportes de la UE, Siim Kallas, señaló que, según la normativa comunitaria, España no tenía obligación legal de desplegar el sistema ERTMS en el tramo donde el tren Alvia descarriló y provocó la muerte de 79 personas y heridas a unos 150 pasajeros.