El expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, considera que una consulta "tal y como está formulada" no es "viable ni política ni jurídicamente". En un artículo en el periódico El Mundo, el expresidente defiende que no encaja en la Constitución ni en los tratados europeos.

A pesar de su rechazo a la consulta, señala que no se ha "de ignorar ni quitar valor"a las aspiraciones políticas de buena parte de los ciudadanos catalanes. Zapatero apuesta por reformar la Constitución y modificar los artículos que hacen referencia al reconocimiento de los hechos diferenciales, las cuestiones de lengua, las competencias y la financiación.

De hecho, recuerda que en 2005 impulsó una reforma de la Carta Magna que no fue posible. Ante la situación actual, Zapatero considera "obligado" buscar una solución a través del diálogo y de acuerdos políticos. En este sentido, apela al documento formulado por el PSOE sobre el modelo territorial para reclamar una reforma de la Constitución.

Según el expresidente, se ha de modificar la Carta Magna para dar respuesta a los "interrogantes" que el título VIII de la Constitución dejó planteados y que "no hemos acertado en resolver" en su aplicación.

El expresidente reivindica que en 2005, como presidente del gobierno español, impulsó una reforma de la Constitución con la intención "de abordar las cuestiones pendientes del sistema autonómico". Una reforma que no prosperó por falta de apoyos.

Según Zapatero, habría permitido "enmarcar y facilitar" el proceso de reformas de los estatutos que se reclamaban desde diversas autonomías. Y argumenta que, como que la reforma no se pudo aprobar, había aspectos de los nuevos estatutos que no encontraban una "fácil respuesta" en la Carta Magna.

El expresidente , sigue explicando que, con la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, el alto tribunal asumió más "el papel de constituyente que no el de máximo intérprete de la Constitución".

La reforma de la Constitución tendría que suponer, según Zapatero, una modificación de los artículos que hacen referencia al reconocimiento de los hechos diferenciales y de las singularitades políticas y lingüísticas, la incorporación del mapa autonómico de España, fijar una distribución de competencias que delimite mejor las responsabilidades, la reforma del Senado y fijar las bases de un sistema de financiación.

"De nada sirve mirar al pasado, sólo para aprender de la experiencia y poner al dia nuestro modelo", concluye animando a volver a intentar una reforma de la Constitución.