El presidente del PP de Granada y de la Diputación provincial, Sebastián Pérez, ha condenado este viernes "de manera rotunda" y ha pedido que "no se vuelvan a repetir" las manifestaciones del concejal 'popular' José Ortiz de Toro en Cádiar (Granada), en las que aseguró que al dictador Francisco Franco debían ponerle "dos o tres placas" porque "merece que se le recuerde más y mejor" y que "dio su historia y su vida por los españoles".

A preguntas de los periodistas durante la presentación de los nuevos vehículos destinados a bomberos y protección civil, Pérez ha manifestado que ese tipo de manifestaciones no "puede ni deben" producirse en el seno de su partido, si bien ha recalcado que el propio edil hizo una "ostensible rectificación" en el transcurso del mismo pleno donde las realizó y, por tanto, él "acepta" esas disculpas y se queda "con esas palabras".

No obstante, al ser interrogado sobre el debate del Anteproyecto de Ley de Memoria Democrática para Andalucía, Pérez ha sostenido que "esa política se realiza desde el "odio y el resentimiento" y es algo que "estaba superado en la Constitución de 1978", por lo que a su juicio se han vuelto a "abrir heridas", favoreciendo que "en municipios pequeños se lleguen a ese tipo de debates que ya no se producían en España".

"Creo que es una barbaridad y una tropelía esa Ley de Memoria Histórica", ha añadido, al tiempo que ha abogado por mantener el "espíritu de la transición" y "mirar al presente sin miedo y sin rencor", especialmente, ha matizado, en el momento político y de tensión social "brutal" que existe, a su entender, en este momento debido a las dificultades económicas por las que atraviesan los ciudadanos.

"En una provincia que roza el 40 por ciento de paro, que el debate sea la memoria histórica no lo veo lo más acertado", ni "estar discutiendo en un pleno si se pone o no una placa", palabras que ha hecho extensibles al debate generado en torno a la permanencia, en la plaza de Bibataubín de la capital granadina, del monumento a la memoria de José Antonio Primo de Rivera.