Tras el fracaso olímpico y asediada por las dudas sobre su candidatura a las elecciones de 2015, Ana Botella ha anunciado este jueves una "bajada progresiva de impuestos" en Madrid. La Junta de Gobierno municipal ha aprobado una modificación del Plan de Ajuste que contempla una reducción de la tasa de basuras en 2014, del impuesto de vehículos en 2015 y del tipo impositivo del IBI en 2016. Sin embargo, el anuncio tiene matices: la tasa de basuras se reduce porque también se recorta la recogida de residuos; el IBI se bajará en 2016, pero en los tres años que quedan para esa fecha seguirá subiendo por el catastrazo, con lo que al final el recibo será más caro que ahora; y, además, existe la posibilidad de que en 2016 haya otro alcalde en la capital que dé marcha atrás a la medida.

La tasa de basuras (que grava a propietarios de viviendas, garajes, trasteros y locales comerciales) bajará un 12% en 2014, aunque el Ayuntamiento reconoce que esta reducción se debe "al menor coste que supondrá el nuevo contrato integral de retirada de residuos sólidos". El artículo 24.2 de la Ley de Haciendas Locales impide que los ayuntamientos recauden con una tasa más dinero del que le cuesta el servicio por el cual se cobra ese tributo. Así, como el Consistorio prevé recortar en un 12% el gasto en la recogida de basuras, no le queda más remedio que bajar la tasa en esa misma cuantía. En principio, ese recorte no afectará a los días de recogida. En definitiva, en el ejercicio actual, un madrileño medio (con una vivienda de 90 metros cuadrados) paga 48 euros por esta tasa; una cuantía que se reducirá a 42 euros en 2014.

En 2015, según las previsiones, se ejecutará una bajada del Impuesto de Vehículos (IVTM o 'numerito'). El Consistorio promete reducirlo un 10% dentro de dos años, pero esta bajada llegará después de la subida que han sufrido los madrileños este año (un 2% más) y de la que sufrirán en 2014 (otro 2%). Con todo, un madrileño propietario de un coche de potencia media (de 12 a 15,99 caballos fiscales) ha pagado este año 139,7 euros, en 2014 tendrá que abonar 142,5 euros y ya en 2015 se le reducirá a 128,2 euros. También en este caso, el Ayuntamiento reconoce que lo baja porque ya se había "alcanzado el límite máximo que permite la normativa vigente". Además, el plan de ajuste adelanta que "a partir de 2016 se prevé la actualización de las tarifas del 2% anual", es decir, en ese año volverá a subir un 2%.

Por último, la supuesta reducción fiscal más lejana será la del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Botella promete reducir el tipo impositivo de este tributo un 5% en 2016 (aunque antes de ello habrá unas elecciones municipales que se prevén reñidas). Pese a este anuncio, en la práctica los contribuyentes no notarán esa bajada. Más bien todo lo contrario.

Antes de que llegue esa reducción, el recibo del IBI se habrá aumentado, como mínimo, un 7% cada año: este incremento anual se deberá al catastrazo (aumento del valor catastral de los inmuebles) que elaboró Hacienda y aprobó Gallardón antes de dejar la Alcaldía, sumado al 4% de recargo en el tipo impositivo que decretó el Gobierno de Rajoy para el periodo 2012-2015. En definitiva, una familia media (con un piso de 90 m2) pagará este año 378 euros por el IBI; en 2014 serán 404 euros como mínimo; en 2015 serán al menos 432 euros; y en 2016 (año de la reducción) pagará unos 410 euros, es decir, el recibo será en ese momento más caro que ahora.

Por otro lado, la delegada de Hacienda, Concepción Dancausa, recordó que en 2016 ya no se impondrá el recargo del 4% al tipo impositivo, lo que le llevó a asegurar que el tipo bajaría un 9% (el 5% que baja el Ayuntamiento sumado al 4% que ya no se recargará). Sin embargo, la retirada de este recargo no se debe computar como una bajada del tipo, sino que en realidad es una no-subida.

Tras el anuncio de estas modificaciones tributarias, Botella apuntó: "Los madrileños ya han hecho suficientes sacrificios y es hora de rebajar esa carga". Aunque desde la oposición municipal criticaron duramente el anuncio. Según el portavoz socialista, Jaime Lissavetzky, "o Botella se hace un lío con los números o recurre al engaño; no baja la tasa por voluntad política sino porque se lo dice la ley". El portavoz de IU, Ángel Pérez, acusó a la alcaldesa de "engañar a los madrileños devolviéndoles parte del dinero que es suyo porque se les recortan los servicios [en alusión al recorte de basuras]" y recordó que en la última década "el IBI se ha triplicado". Por su parte, el portavoz de UPyD, David Ortega, cree que se trata de "anuncios electoralistas".