Margallo reúne a los embajadores de la UE en plena ofensiva para frenar el soberanismo catalán

  • Reúne en un almuerzo a los representantes de los países europeos para asegurarse de que en un futuro no reconocerán a una Cataluña independiente.
  • El Gobierno del PP busca que Europa repita el mensaje que lanzó Almunia, refiriéndose a que Cataluña quedaría fuera de la UE en caso de secesión.
  • Ya reunió a los diplomáticos de Letonia y Lituania tras dar su apoyo al derecho a decidir. El primer ministro letón se reafirmó en su opinión.
  • Artur Mas cree que el Gobierno ha empezado la campaña por el 'no' y que eso significa que habrá consulta.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, durante su intervención en la inauguración del Foro España Internacional que organiza Nueva Economía Fórum.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, durante su intervención en la inauguración del Foro España Internacional que organiza Nueva Economía Fórum.
Juan Carlos Hidalgo / EFE
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, durante su intervención en la inauguración del Foro España Internacional que organiza Nueva Economía Fórum.

El ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, ha citado este jueves a las 10.00h en el Palacio de Viana, sede del Ministerio en el centro de Madrid, a los embajadores de los países de la UE acreditados en la capital del Estado. Será un almuerzo de trabajo que coincide con la ofensiva del Gobierno central para frenar la oleada soberanista y conseguir que la Unión Europea y sus estados miembros dejen claro, cada vez que sean interpelados sobre la cuestión, que una independencia de Cataluña implicaría forzosamente la salida del marco comunitario.

Fuentes del PP apuntan a Margallo y a su Ministerio como una pieza clave de la estrategia del Gobierno para frenar las aspiraciones soberanistas y parar cualquier posibilidad de apoyo al proceso o de reconocimiento a una Cataluña independiente por parte de un estado miembro de la UE.

La Moncloa busca que Europa repita el mensaje que el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almúnia, verbalizó el lunes desde Barcelona: "Si una parte de un estado miembro de la UE se segrega, este territorio deja de pertenecer a la Unión".

La ofensiva forma parte de un giro para evitar que todos los argumentos contrarios a la consulta provengan única y exclusivamente de las apelaciones a la Constitución y a la legalidad. Según fuentes del PP, busca conseguir que los líderes de opinión en Cataluña abandonen progresivamente las posiciones soberanistas.

Se trata de dar un paso adelante en el debate y transmitir a los ciudadanos las dificultades políticas, económicas y sociales con que chocaría una Cataluña independiente después de que se segregara del Estado: aislamiento internacional, pérdida de entre un 20 y un 25% del PIB y fractura social, según el argumentario del PP y de La Moncloa.

Evitar simpatías

Exteriores quiere evitar también que se repitan los episodios de simpatía hacia la causa independentista. La semana pasada, y coincidiendo con la Vía Catalana, los primeros ministros de Lituania y Letonia, Algirdas Butkevicius y Vladis Dombrovsku, apoyaron el derecho a decidir (Lituania) y abrieron la puerta al reconocimiento de Cataluña como nuevo estado (Letonia).

Margallo citó a los dos embajadores en la sede del Ministerio y forzó que los dos gobiernos hicieran públicos comunicados de desmentido en los que acusaban a la prensa de haber tergiversado sus palabras. Con todo, posteriormente el primer ministro letón se reafirmó en sus manifestaciones.

Después de la ronda de entrevistas del lunes -también recibió en el Palacio de Viana al nuevo embajador de los Estados Unidos en el Estado, James Costes- Margallo se desplazó el martes y el miércoles a París, donde compareció ante la Comisión de Exteriores de la Asamblea Nacional Francesa y posteriormente ofreció una rueda de prensa y comió con el ministro de Exteriores francés. Preguntado por la cuestión catalana, el ministro reiteró el mensaje: "Un adiós a España es un adiós a Europa", mientras que su homólogo francés, Laurent Fabius, se limitó a mostrarse convencido de que el Gobierno español resolverá la cuestión.

Es en este contexto en el que Margallo ha convocado este jueves a todos los embajadores de países de la UE acreditados en Madrid. Será un almuerzo de trabajo en el que el ministro expondrá la postura del Gobierno y -previsiblemente- pedirá a los representantes de los Estados miembros que cuando corresponda dejen claro que una independencia implica la exclusión de los tratados y la necesidad de solicitar un ingreso que, tal como él ha recordado en numerosas ocasiones, España vetaría.

Después de la reunión, el titular de Exteriores tiene previsto comer con el comisario de Mercado Interior y Servicios de la CE, Michel Barnier, que este miércoles ya hizo unas declaraciones desde Bruselas donde incidió en el hecho que "desde el punto de vista de los tratados" Cataluña quedaría "de facto" fuera de la Unión si se independiza. "Estamos siguiendo esta cuestión con mucha atención", dijo antes de reconocer que el ejecutivo comunitario sólo se pronunciará de manera oficial sobre la cuestión "cuando se nos presente un escenario jurídico decidido".

Habrá consulta

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha considerado este jueves que el Gobierno central ya ha empezado la campaña del 'no' a la separación de Cataluña, lo que, a su juicio, pone de relieve que el Ejecutivo de Mariano Rajoy da por hecho que se va a hacer la consulta de autodeterminación.

Mas se ha referido así a las últimas acciones del ministro de Exteriores. "Cada día llaman a embajadores, quiere decir que les preocupa esto y, en este sentido, lo celebro. Ellos ya están haciendo la campaña por el 'no', cosa que quiere decir que dan por hecho que la consulta se hará", ha afirmado en una conferencia de prensa en Tortosa (Tarragona), donde ha presidido una reunión de trabajo de los diputados del grupo de CiU en el Parlament, capitaneado por Jordi Turull.

Mas ha señalado que el debate sobre la pertenencia a la UE de una eventual Cataluña independiente también forma parte de la campaña del 'no' que ha iniciado el Estado, pero el presidente catalán ha querido ahuyentar "temores" al afirmar que Cataluña continuará en Europa.

En la UE, ha afirmado, la libre circulación de bienes y personas es "sagrada" y Cataluña es un mercado muy importante para España y para la UE, así que "ellos ya se ocuparán de no hacerse daño". El presidente catalán ha señalado, además, que Cataluña seguirá en el euro, que es lo que, a su juicio, preocupa a inversores como los de BCN World, más que el hecho de que Cataluña sea un Estado.

Más allá del debate europeo, el presidente de la Generalitat ha puesto el acento en el derecho a decidir porque, a su juicio, el "gran tema" en estos momentos es saber "si los catalanes podrán votar o no", para lo que también ha pedido la ayuda europea. "La UE se debería preocupar de ayudar a que un pueblo pacífico y movilizado pueda votar de manera democrática, como los escoceses", ha dicho el jefe del ejecutivo catalán.

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