Pelirrojo, enjuto y muy accesible. Durante la entrevista, hace fotos con su móvil a los periodistas, y luego las publica en Twitter. Así es Ron Howard, el hombre que ha llevado al cine títulos como Una mente maravillosa, Apolo 13 y El desafío - Frost contra Nixon, tan laudeados como bien recibidos por el gran público. En los años 80 se ganó la popularidad con clásicos como Willow, Cocoon o Un, dos, tres... splash. Su versatilidad es su seña de identidad, y se mueve como pez en el agua en los más diversos géneros. Ahora se atreve a llevar a la gran pantalla toda la épica y la emoción del mundo de la Fórmula 1 con Rush, una historia muy humana sobre la rivalidad de Niki Lauda y James Hunt, interpretados por Daniel Brühl y Chris Hemsworth.

¿Es seguidor de la Fórmula 1?

No, la verdad es que no sigo esta clase de deportes pero me encanta el drama que tiene esta historia; tiene personajes muy ricos, con mucho corazón sin llegar a ser muy sentimental. Además, la Fórmula 1 es muy cinematográfica, tiene mucha acción, y esta combinación ha dado lugar a algo único, no hay nada parecido en estos momentos.

Hubo proyecciones de la película para los actuales pilotos de Fórmula 1, ¿cómo la recibieron?

Fue un gran alivio la buena aceptación que tuvo por parte de los pilotos, porque no solo les pareció que las carreras eran muy auténticas sino que también me dijeron que se habían sorprendido de que hubiera captado tan bien la psicología de la competición que tienen ellos. He hecho varias películas basadas en personajes reales y hablando con la gente, por ejemplo con los astronautas de Apolo XIII o con los matemáticos para Una mente maravillosa, nunca me llegaban a poder explicar bien lo que hacían o cómo lo hacían. Me pasó lo mismo cuando entrevisté a gente de la Fórmula 1, por eso sentí que mi trabajo era expresar a través de la película, de la música, el montaje, lo que a ellos les cuesta explicar en palabras.

En España hay mucha afición por la Fórmula 1, ¿conoce a Fernando Alonso y sabe si ha visto la película?

Sí, por supuesto, le conozco personalmente y Daniel Bhrül también. Fernando no estaba en el pase que hicimos para los pilotos, pero Felipe Massa, su compañero de boxes sí que estuvo. Sé que Fernando tiene mucha curiosidad por esta película y esperamos que la vea pronto.

La Fórmula 1 es un mundo muy caro, ¿le han prestado ayuda de alguna forma? Con coches, circuitos o archivos...

No, absolutamente nada. Pero sí colaboraron mucho los pilotos históricos, y nos dejaron coches de la época que usamos en la película. Todo el presupuesto se ha ido a la producción, el equipo creativo ha trabajado casi por amor al arte, esperamos recuperar algo en la taquilla.

¿Cree que la industria de Hollywood se está polarizando? ¿Que ya solo se hacen películas de grandes presupuestos, o cine independiente?

Bueno, esta es la realidad económica que estamos viviendo, y tenemos que ajustarnos a ella. Los que quieran hacer dinero, harán películas de efectos especiales. La buena noticia es que todavía hay gente dispuesta a producir a los que quieren hacer una película de corazón, o algo más original. Está comprobado que hay público para películas diferentes, como demostró El discurso del rey, y mi gran duda es que si la gente irá a ver Rush, que no es una secuela, ni tiene nada de fantasía, ni está basada en un cómic. Espero que sí, porque esta es una película que hay que ver en pantalla grande.

¿Está entonces en contra del circuito 'mainstream'?

No, no quiero parecer cínico. Tengo que explicarme mejor: hay gente que hace películas de gran presupuesto y efectos especiales que no lo hacen solo por dinero, como James Cameron, J.J. Abrams o Guillermo del Toro, se expresan así, es lo que adoran, la ciencia ficción y la fantasía. Yo hice Willow, y no lo hice por dinero.

¿Qué es lo que le atrajo de la historia de la rivalidad de Lauda y Hunt?

Me atrajo la combinación de tres factores: estas dos personas insólitas, únicas, el conflicto que se genera entre ellos y el mundo de la Fórmula 1, con todo su glamour y su riesgo. Me parecía una oportunidad creativa muy interesante y creo que para el público será algo original. La película se puede ver de muchas maneras diferentes.

 ¿Por qué escogió a Daniel Brühl, que viene de películas europeas y muchos más pequeñas, para el papel?

Peter Morgan, el guionista de Rush, me dijo que había conocido a Daniel y que le había parecido perfecto para la película. Aunque no se parece mucho físicamente a Niki Lauda, en cuanto le vi, estuve de acuerdo con Peter, sabía que iba a ser un tipo de actor muy creativo, muy valiente, a la hora de crear este personaje. Ha puesto en él mucho talento y mucho trabajo.

¿Con qué escenas disfrutó mas?

Pues me encanta la relación que tienen los pilotos con sus mujeres, porque en ese momento revelan cosas de ellos que no se ven en la pista, es como si se quitaran la máscara en la intimidad. Me gusta trabajar con personajes complejos. La escena más peligrosa fue la de la carrera del Gran Premio de Japón, con toda la lluvia. Es una de las secuencias más difíciles que he hecho nunca. Técnicamente fue muy complicada, requirió mucha planificación, de precisión, de concentración... La pista encharcada, con esos coches tan rápidos... fue muy peligroso.

¿Cómo fue el proceso para recrear el mundo de las carreras en los años 70?

Afortunadamente, hay mucho material gráfico de esta época para inspirarnos. Empecé por ver conciertos de rock de los años 60 y 70 y documentales para tomar nota de esa estética tan especial, quería transmitir todo ese glamour.