El acusado principal de asesinar a su expareja sentimental, de 26 años, y al hijo de ésta, de ocho, en 2011 en Polop (Alicante), ha negado ser el autor de los hechos, al tiempo que ha asegurado que quería al niño "con locura" y que su relación personal con la joven acabó meses antes del crimen.

Así lo ha explicado este martes en su declaración durante la segunda jornada del juicio con jurado que desde este pasado lunes se celebra en la Audiencia provincial, y que tiene una duración prevista de diez días. El fiscal solicita para este hombre, de nacionalidad española, 40 años de cárcel por asesinato, mientras que pide otros 36 para un segundo acusado, un joven marroquí empleado en el taller del primero.

Según las conclusiones provisionales del ministerio público, que ejerce la acusación junto a la familia, la Abogacía del Estado y la Generalitat Valenciana, los acusados acordaron acudir en la tarde del 20 de julio de 2011 a la vivienda de las víctimas, situada en el piso superior del taller en el que los dos varones trabajaban, para perpetrar los hechos.

Así, mientras el principal acusado golpeó con una azada al menor cuando se encontraba tumbado en un sofá, su compañero agredió con un 'cúter' de grandes dimensiones a la joven. En ese momento, ésta trató de defenderse y escapar, por lo que su presunto agresor pidió ayuda al otro hombre, quien la atacó por la espalda. Finalmente, la joven perdió la vida a causa de las heridas sufridas.

Para el Fiscal, actuaron de esta manera después de que la mujer le comunicara al hombre con el que había mantenido una relación su intención de abandonar el piso e irse a vivir a otro lugar.

Se conocieron en febrero

En su intervención ante la sala, a preguntas del ministerio público, el principal acusado ha relatado que conoció a la ahora fallecida, de origen rumano, en febrero de 2011, y que ambos comenzaron a principios de abril una relación personal, que "a finales de mayo estaba prácticamente terminada", tal y como ha agregado.

"Me di cuenta que esa chica no era para mí, pero me daba lástima", ha expuesto, tras lo que ha apuntado que le consiguió trabajo y una vivienda junto a unos amigos, al tiempo que le ayudaba económicamente. Con el paso de los días, la joven acabó viviendo sola en el domicilio situado sobre el taller del acusado, así como frente al piso donde él vivía junto a su madre, enferma de Alzheimer, si bien la joven había encontrado un domicilio en otra localidad al que tenía intención de trasladarse.

El hombre ha indicado que durante el tiempo en que seguía en contacto con la chica, la llevaba todos los días a trabajar a La Nucía (Alicante), mientras que al pequeño lo trasladaba al colegio. Preguntado sobre la relación que tenía con el niño, ha asegurado que lo quería "con locura". "Me comía a besos y me decía que me quería mucho", ha agregado.

Itv en benidorm

Durante la sesión, el fiscal le ha pedido que expusiera qué hizo durante la tarde de los hechos, cuando ha señalado que estuvo cerca de dos horas reparando el tractor de un cliente, tras lo que regresó al taller y se marchó a Benidorm (Alicante) a pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) a la motocicleta de otro de sus clientes, tal y como hacía cada día.

Posteriormente, ha manifestado que pasadas las 21.15 horas regresó a su negocio y se marchó a la localidad alicantina de Callosa d'en Sarrià a visitar a su mujer. Después, volvió a su casa de madrugada y se acostó. Al día siguiente, ha explicado que no recogió a la joven y al niño ya que pensaba que ya se habían marchado de la vivienda, puesto que la jornada de antes ella le había anunciado que estaba en trámites para trasladarse al nuevo inmueble.

El procesado ha señalado que el 22 de julio escuchó el sonido de la televisión en la vivienda en que residían las víctimas, lo que le hizo pensar que se habían marchado sin apagarla. En ese momento, telefoneó a la chica pero los dos teléfonos no le dieron señal, por lo que ante la imposibilidad de acceder al piso, pudo observar por una rendija del edificio el interior del salón y descubrió el cuerpo del menor sobre el sofá.

"Veo que el niño está recostado y creo que está muerto. Se me ocurrió que su madre y él habían discutido, porque ella le pegaba muchísimo, que se puso nerviosa, lo mató y se escapó", ha explicado. A continuación, ha apuntado que bajó al taller, donde vio humo procedente de una hoguera, y le dijo a su compañero —el segundo acusado— lo que pensaba que había ocurrido, por lo que fue a denunciarlo a la Policía Local.