Peer Steinbrück, el candidato socialdemócrata mordaz, sin carisma y lleno de claroscuros

  • Es valiente, arrogante, inteligente y un buen orador, dicen de él en el país.
  • Su labia le ha convertido en un codiciado tertuliano en foros económicos.
  • Steinbrück es aficionado al ajedrez y a construir maquetas de barcos.
Steinbrück, en una foto de archivo de 2011.
Steinbrück, en una foto de archivo de 2011.
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Steinbrück, en una foto de archivo de 2011.

Inteligente pero con escaso carisma, orador agudo aunque propenso a los deslices, competente si bien distante para el votante medio: así es Peer Steinbrück, el candidato socialdemócrata alemán a las elecciones de 22 de septiembre.

El cabeza de cartel del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), de 65 años, es un político moderado y curtido que afronta el reto de su carrera desbancar a Angela Merkel de la Cancillería con una mezcla de laboriosa disciplina y valentía casi arrogante que según los sondeos no convence a la ciudadanía... y tampoco a ciertos sectores de su formación.

"Las elecciones no se ganan solo con popularidad, sino también con capacidad", responde Steinbrück, esgrimiendo su carácter afilado y defendiendo su aproximación a la contienda. Metódico y disciplinado, como el concienzudo ajedrecista y constructor de modelos de barcos que es, este economista ha planteado una campaña profundamente ideológica y quizá algo desconectada de la calle, como él mismo, mientras que Merkel ha apostado por valores, sensaciones y su propia personalidad.

El programa, pensando para capturar al elector de izquierdas desencantado por el viraje al centro del SPD en la última década, ha pillado en ciertos aspectos a contrapie a Steinbrück, que representa al ala más liberal de su partido.

Frente a eso, el candidato ha recurrido a sus mayores bazas, entre las que destacaahí están de acuerdo sus fieles y detractores su capacidad retórica, inteligente y mordaz, capaz de encandilar a su bancada en el Bundestag (cámara baja) y arrancar una sonrisa a sus contrarios.

La velocidad con que hila cifras y argumentos le han convertido en un codiciado tertuliano en foros económicos, algo que también se ha vuelto contra su campaña, ya que es el diputado con mayores honorarios externos. A veces, no obstante, a su mayor virtud le ha faltado el control diplomático que se presupone en un candidato a la Cancillería, como cuando afirmó que los jefes de gobierno en Alemania no cobran mucho o cuando decidió posar con el dedo corazón en alto.

Steinbrück presume entonces de franqueza y por eso no ha dudado en repetir durante la campaña, por ejemplo, que persigue subir "algunos impuestos" a "algunas personas", pese a lo impopular de esta medida. Su intención, machaconamente explicitada, es acceder al gobierno en una coalición con Los Verdes, pese a que esta combinación no suma los votos necesarios según ninguna encuesta.

Con una coherencia casi suicida, Steinbrück ha descartado abiertamente asociarse con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel en una "gran coalición" o formar un tripartito que incluya a La Izquierda, las dos opciones más viables para su formación.

Casado y padre de tres hijos, cuenta en su haber con más de cuatro décadas en cargos públicos de relevancia, como el de jefe de Gobierno del "Land" de Renania del Norte-Westfalia (2002-2005) y el de ministro de Finanzas en el primer gobierno de Merkel (2005-2009), en el que le tocó lidiar con la crisis financiera global.

De "escolar miserable" a ministro de Finanzas

No obstante, muchos analistas coinciden en destacar su falta de carisma por debajo del de Merkel y en apuntar que su perfil encaja mejor como el ministro de Finanzas que fue. Steinbrück nació en 1947 en una familia acomodada de Hamburgo y tras ser un "colegial miserable", según sus propias palabras, y ejercer varios trabajos mal remunerados, accedió de forma tardía a la universidad y se licenció en Economía y Sociología.

En 1969 ingresó en el SPD y en 1986, tras curtirse en varios ministerios federales, pasó a ser la mano derecha del entonces jefe de Gobierno de Renania del Norte-Westfalia, Johannes Rau. En ese "Land", el más poblado y durante décadas bastión socialdemócrata del país, transcurrió buena parte de su carrera, hasta que en 2002 se convirtió en su primer ministro.

Allí también sufrió el revés más duro de su vida política, cuando en 2005 el SPD perdió el estado federado, lo que decidió al entonces canciller Gerhard Schröder (1998-2005) a convocar elecciones anticipadas, en un órdago político que le resultó nefasto. Merkel se impuso en esos comicios pero se vio abocada a aliarse con el SPD, y convirtió a Steinbrück en uno de los hombres fuertes de su gran coalición.

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