Marineros y armadores de la flota cefalopodera, Gobierno central, Xunta y eurodiputados se han reunido este viernes para perfilar la estrategia de un frente común contra el acuerdo pesquero de la Unión Europea con Mauritania.

Las partes se sentaron por primera vez en Marín (Pontevedra) para abordar el problema que afronta este segmento de flota desde que en julio de 2012 se firmó este protocolo internacional.

Una hora y media fue suficiente para trazar una postura unitaria que, según han comentado participantes en el encuentro, satisface a todos los implicados. Durante las tres próximas semanas se intentará convencer a los diputados del Parlamento Europeo para que voten en contra del acuerdo y que la comisión mixta Unión Europea-Mauritania modifique el protocolo pesquero, ya que, tal y como está planteado, "es un error".

El secretario general de Pesca del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Carlos Domínguez, explicó a la salida del encuentro que en Marín se ha trazado "una hoja de ruta en primer lugar para modificar y negociar el acuerdo". "Y, en caso de no conseguirse, luchar para que la Unión Europea no lo ratifique y no llegue a entrar en vigor", dijo.

Domínguez presidió la reunión junto a la conselleira do Medio Rural e do Mar, Rosa Quintana, y la alcaldesa de Marín, María Ramallo, que coincidieron al calificar la cita como "muy productiva".

Quintana se manifestó en esta misma línea y dio una nota "muy alta" al resultado del encuentro. Resaltó que la Xunta quiere "que siga habiendo un acuerdo pesquero con Mauritania" pero uno diferente porque el actual "no vale, a ningún precio".

Por su parte, el presidente de la comisión de pesca del Parlamento Europeo, Gabriel Mato, eurodiputado del Partido Popular, sentenció que "es un acuerdo malo para la flota". "No porque lo diga yo, sino porque lo dice la propia flota", añadió y valoró que "no tiene ningún tipo de justificación que se paguen 70 millones de euros más la aportación de los propios pescadores a un acuerdo que tiene esta utilización" restrictiva para la flota española.

Mato considera que existe "la oportunidad de intentar convencer a Mauritania y también a la comisión de que este acuerdo no sirve" y se mostró contrario al acuerdo actual porque "parece absolutamente inaceptable que se deje fuera de este protocolo a la flota cefalopodera y además que se pague la cantidad que se paga por ello".

Según aseguró, ya trasmitió a la comisaria de Pesca de la Unión Europea, María Damanaki, que "tenían que hacer todo lo posible por modificar este acuerdo porque sino se iban a encontrar con el no del Parlamento". Y aseguró que, si no hay modificación en el acuerdo durante la reunión del 17 en Mauritania, harán "todo lo que esté" en su mano "para convencer uno a uno a cada diputado para que el próximo mes de octubre den un no rotundo a un protocolo que es malo".

"Queremos un acuerdo con Mauritania, creemos que es bueno un acuerdo con Mauritania, lo necesita nuestra flota, pero no a cualquier precio y esto es un precio completamente inasumible", aseveró y se mostró convencido de que van a ser "capaces de convencer a todos los diputados de que este acuerdo es malo". "El Parlamento Europeo no puede aceptar que se siga pagando esa cantidad a cambio de nada", dijo.

CIG-

Mar y alcaldesa

El responsable de CIG-Mar, Xabier Aboi, también dio una visión positiva de la reunión porque "por primera vez escucharon a todo el mundo lo que pensaba de esta situación" y decidió dar un voto de confianza a las gestiones que se están haciendo desde el Gobierno central para tumbar el acuerdo actual y conseguir unas condiciones más ventajosas en el nuevo que se negocie.

La regidora destacó que las dos citas claves serán el 17 de septiembre, con la celebración de la comisión mixta UE-Mauritania, y el 9 de octubre, con el próximo pleno del Parlamento Europeo. En la reunión de este viernes en Marín se acordó la necesidad de "insistir en que pagar por un acuerdo que no beneficia es un claro error" y "convencer de que ese acuerdo es malo para Marín, es malo para Galicia, pero es malo también para la Unión Europea".