Prisión comunicada y sin fianza para el acusado de causar el accidente mortal del jueves en Valladolid

El Juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Valladolid ha acordado el ingreso provisional en prisión, comunicada y sin fianza, para el conductor detenido el jueves acusado de haber causado un accidente mortal en la rotonda del colegio San Agustín de Valladolid.

El Juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Valladolid ha acordado el ingreso provisional en prisión, comunicada y sin fianza, para el conductor detenido el jueves acusado de haber causado un accidente mortal en la rotonda del colegio San Agustín de Valladolid.

Al hombre, cuya identidad responde a las iniciales M.C.P, se le imputa un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte, el delito más grave de los que pesan contra él y suficiente para acordar la medida provisional de prisión, sin perjuicio de lo que resulte una vez terminada la investigación del delito que acaba de comenzar, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y LEón (TSJCyL) a través de una nota remitida a Europa Press.

En su declaración ante el juez, celebrada este viernes, M.C.P. ha reconocido que había bebido y que no recordaba nada de lo que había pasado ni antes ni después del accidente, pues sufrió amnesia temporal.

En su argumentación, el juez considera que existen "méritos bastantes" para estimar responsable criminalmente del delito de conducción temeraria con resultado de muerte, a lo que se suma la petición de la Fiscalía de su prisión provisional.

A tenor de los datos obrantes en las actuaciones y de la declaración del detenido, se desprende que desde que comenzó a cenar en la noche anterior al suceso, se inició la ingesta de alcohol, primero vino, que derivó en copas, sin que el detenido "haya podido determinar cuántas", pues en un momento no fijado, perdió la noción de las cosas.

No es consciente

En este sentido, el detenido mantiene que no es consciente de dónde cogió el vehículo antes del accidente, ni recuerda las condiciones en que lo hizo, ni siquiera el accidente mismo, ni lo que sucedió después, hasta que fue despertado por la policía en unos matorrales en los que se encontraba tras darse a la fuga con posterioridad al siniestro.

El juez entiende que esto supone "tanto una ingesta alcohólica muy considerable", dado que "provocó el estado en que se encontraba el detenido", que más de tres horas después del accidente arrojó resultado de 0,64 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, lo que derivó en una conducción "con manifiesto desprecio por la vida de los demás".

Por tanto, el juez considera que el hecho "por el momento está claro", al igual que la autoría. Según esto, la pena en abstracto "podría elevarse a cinco años de prisión", con el consiguiente "riesgo de fuga", y "concurre también riesgo de producción de hechos similares", motivos "suficientes" para acordar la medida solicitada.

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