La Audiencia de Valladolid juzga este jueves a Roberto Carlos G.S.F. por delito de tráfico de drogas que podría traducirse en una condena de seis años de prisión y multa de 45.000 euros, que es la petición provisional formulada por el Ministerio Fiscal por hechos ocurridos en diciembre de 2008, cuando la policía se incautó en su domicilio de distintas cantidades hachís, cocaína y MDMA.

Aunque el citado individuo debería de compartir banquillo con Mario D.C, a quien la acusación pública pide ocho años de prisión y multa de 24.000 euros al aplicarle la agravante de reincidencia por contar con dos condenas anteriores por idéntico delito, este último no será juzgado en esta ocasión debido a que se encuentra prófugo de la Justicia y permanece en situación de busca y captura, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Los hechos, objeto de un juicio previsto para este jueves y el viernes, se remontan al día 14 de diciembre cuando el segundo de los procesados, Mario D.C, entregó a Roberto Carlos G.S.F, un total de 69,64 gramos netos de cocaína y una riqueza del 96 por ciento que en el mercado habría alcanzado un valor de 8.678,43 euros.

Ante ello, la policía, con la preceptiva orden judicial, efectuó un registro en el domicilio del receptor de la mercancía, sito en el número 18 de la calle San José de Calasanz, y descubrió distintas drogas distribuidas entre la cocina, un dormitorio y el salón.

En la cocina, los agentes se incautaron de seis trozos de hachís, siete bellotas de la misma sustancia, 34,78 gramos de 'coca', una báscula de precisión y otros utensilios para su distribución, mientras que en el dormitorio localizaron dos tabletas y otros tres trozos de hachís, 70,3 gramos de cocaína, 1,74 de MDMA y los 69,64 gramos de 'coca' facilitados por el otro acusado.

El alijo hallado se completa con otros dos trozos de hachís y dinero encontrados en el salón y con una libreta azul con anotaciones manuscritas con nombres y cantidades intervenida en otra habitación junto a la cocina.

El total de la droga ocupada habría alcanzado en el mercado clandestino un valor superior a los 15.779 euros.