El expresidente de Andalucía Manuel Chaves se ha referido este miércoles al auto de jueza Mercedes Alaya sobre el caso de los ERE, en el que comunicaba la existencia del procedimiento "en calidad de imputados" a él y a José Antonio Griñán.

Chaves ha criticado ese auto en una rueda de prensa en el Congreso porque ha provocado una situación de "indefensión" de las personas citadas.

"No hay imputación de nadie, no hay petición de imputación de nadie y no hay indicios de nadie", ha afirmado el exparlamentario andaluz. "No nos imputa porque no puede imputarnos", ha agregado.

El diputado socialista ha asegurado que si la jueza ve indicios de delito su obligación es "remitir la causa al Tribunal Supremo, quien sí tendría competencias". "El Supremo es el tribunal natural de un aforado", ha añadido Chaves, quien ha considerado que el auto "ha producido efectos políticos".

Chavez, que ha descartado querellarse por prevaricación contra la jueza Alaya, también ha afirmado que, al no estar imputado, no tiene ninguna estrategia de defensa: "No tengo estrategia procesal, entre otras cosas porque no tengo ni abogado ni lo voy a tener".

También ha defendido que el fondo creado del que presuntamente salió el dinero "era legal" y que se hizo "para cubrir las necesidades de los trabajadores" y que lo que ocurrió es que hubo "una presunta malversación por parte de personas en las que se confió".

El expresidente de la Junta sí ha reconocido que el citado fondo "adoleció de más controles" y ha asegurado que es "el más interesado" en que se haga justicia.

Por otra parte, en declaraciones a la cadena Ser, el expresidente de la Junta ha considerado que ésta es una "imputación mediática".

"Habría que preguntarle a la jueza Alaya por qué siempre que hay un acontecimiento o una decisión importante en la Junta coincide con auto de la jueza", ha dicho Chaves. "¿Serán casualidades?, puede ser", ha ironizado.

Preguntado por si se siente responsable, al margen de la imputación, de los millones de euros supuestamente malversados en el caso de los ERE ha asegurado que no puede estar "cómodo con lo ocurrido" y que es "un peso que llevará encima", aunque se ha defendido asegurando que "en la Junta hay cientos de altos cargos que toman miles de decisiones" y que él no podía "controlar todo eso".