Laia Sanz suma quince títulos mundiales tras un fin de semana de ensueño, en el que ha logrado su decimotercera corona de trial y su segundo Campeonato del Mundo de enduro. A sus 27 años, la piloto de KH-7 ha igualado el récord del legendario Giacomo Agostini. Algo de lo que se siente "orgullosa", pero que no le quita el sueño, porque, récords aparte, solo piensa en crecer para cumplir los objetivos. Con los deberes hechos, y ya más descansada, Laia charla con 20minutos del futuro... y de un pasado que mucho tiene que ver con su presente.

Ha igualado a un mito como Agostini. ¿Qué siente?

Es un honor pero no lo pienso mucho. Mi objetivo es ir año a año para cumplir metas. Aquí no hay ni cifras, ni récords.

Pero estará orgullosa...

Sí, claro. Si me dicen esto hace diez años, no me lo habría creído. Solo espero que las lesiones me respeten y que esta ilusión que tengo no se acabe.

12 + 1 mundiales de trial. ¿Es supersticiosa?

No, para nada. Es más, son 13 + 2 (risas).

¿Objetivo cumplido este año?

Sí, y con creces. Ha sido mejor de lo que pensaba. Al principio de temporada pensé que no iba a correr el trial pero al final he podido con las dos cosas, trial y enduro. Y con éxitos en ambos. A eso le uno el Dakar, aunque mi participación este año fue la más floja de las tres en las que he estado. Creo que ha sido el mejor año de mi carrera.

¿No se cansa de ganar?

No, porque al final me siento muy afortunada. Me dedico a lo que me gusta y me encanta mi día a día. Cuando te gusta lo que haces, es todo más fácil.

Ahora, a por el Dakar 2014.

Sí, ese es el próximo objetivo, aunque antes quiero descansar unos 10-15 días, física y mentalmente.

¿Cómo se prepara un Dakar?

La mayoría de los pilotos que participan lo preparan durante todo el año, pero yo, debido a todo lo que hago, solo tengo tres meses. Le dedico mucha preparación física. Quiero hacer más motor y más navegación, que lo tengo abandonado.

¿Sigue pensando que una mujer no puede ganarlo?

En parte, sí. Ojalá que algún día sí podamos, pero pienso que una mujer puede ser muy buena y estar muy bien preparada y, sin embargo, el componente físico que requiere una moto en el Dakar sigue siendo determinante. Una mujer puede ser competitiva, pero ganarlo hoy por hoy es complicado.

¿Qué le gusta más, el monte o las dunas?

Todo depende del momento, pero gustarme, me gusta todo. No sabría escoger. También me gusta mucho el mar.

¿Siente que es la rival a batir?

Un poco sí. Cuanto más ganas tú, más ganas tienen los demás de derrotarte, y más cuando son pilotos jóvenes, que son los que más ansias tienen de batirte. Pero todo esto es una motivación más para mí.

¿Ha tenido vacaciones?

Muy pocas. Tenía planeados unos días en agosto, pero al final me fui a los X Games de Los Ángeles y me quedé allí entrenando. Valió la pena porque no es algo que se pueda hacer siempre.

¿Qué queda de aquella niña que daba sus primeros pasos en una moto?

Queda mucho. No he cambiado en todo este tiempo. Tengo el mismo carácter, soy igual de tozuda y mantengo la misma ilusión que cuando empecé. Creo que eso es parte de mi éxito.

¿Ha mejorado o empeorado el motociclismo en todo este tiempo?

Es mejor en cuanto a que es más profesional, pero si miramos el tema del patrocinio, las facilidades económicas, es todo más difícil que antes debido a la crisis. Hay que currárselo mucho para vivir de esto.

¿Qué opina de la no elección de Madrid 2020?

Ha sido un batacazo. Teníamos mucha ilusión, pero la crisis que sufre España ha influido mucho en la decisión.

Para conducir en carretera, ¿mejor coche o moto?

Ni uno, ni otra; la furgoneta (risas). La prefiero porque es más cómoda para llevar todos los trastos. Pero si tengo que elegir entre coche o moto, uso más el coche.

¿Un deseo para el futuro?

Estar metida en un buen proyecto para el año que viene.

BIO Nació en Corbera de Llobregat (Barcelona) en diciembre de 1985. Con sólo 13 años ganó el campeonato de Europa femenino y en 2000 consiguió su primer título mundial. Ahora lleva ya 15, igualando al mítico Agostini. Su próximo objetivo es disputar su cuarto rally Dakar.