Las escuelas infantiles privadas tratan de retener a los padres a base de ofertas y descuentos

  • Los directores ofrecen rebajas de hasta 160 euros al mes para que los padres madrileños sigan llevando a sus niños a sus centros.
  • "O lo hacemos, o los que se quedan en paro o pierden el cheque guardería se van", asegura un profesional.
  • Tras el último tarifazo, las escuelas públicas apenas cuestan 40 euros menos al mes que las privadas.
Interior de una escuela infantil en Madrid.
Interior de una escuela infantil en Madrid.
Interior de una escuela infantil en Madrid.

La pregunta, de forma presencial o a través del teléfono, se repite cada vez más: "Queremos dejar al niño en su guardería, pero el sueldo ya no nos llega ¿Tienen algún descuento?". La respuesta, también de forma habitual, es afirmativa.

Debido al impacto del paro y al coste creciente de la vuelta al cole, las escuelas infantiles privadas de la Comunidad de Madrid están teniendo que recurrir de forma masiva a las ofertas y los descuentos para retener a sus clientes y mantener sus aulas, en el peor de los casos, a medio gas. Cuando los directores ven a los padres dudosos o comprueban que no han confirmado su reserva, les ofrecen inmediatamente alguna ventaja.

Estas particulares rebajas educativas van desde ofrecer un dos por uno a las familias con más de un hijo hasta reducciones de entre 100 y 160 euros al mes, el mismo importe de los cheques guardería con los que el Ejecutivo regional ayuda a las familias que llevan a sus hijos a los centros privados. Otras modalidades incluyen aumentar las horas de estancia del pequeño por el mismo precio, reducciones por hacer efectivo todo el importe del curso o matrículas progresivamente más baratas.

"O lo hacemos, o los que se quedan en paro o pierden el cheque guardería se van", justifica el director de una escuela infantil de Fuenlabrada. "Es una forma de que las familias puedan tener el servicio y nosotros mantengamos el negocio. No hay muchas opciones más", lamenta la responsable de un centro en Villanueva de la Cañada. "Nosotros cobramos 120 euros de matrícula. El segundo año solo le pido a los padres la mitad y el tercer, de nuevo la mitad", añade la propietaria de una escuela de Madrid capital.

Sin lista de espera

Emilia Macía, presidenta de la asociación que agrupa a la mayoría de las guarderías privadas de la región (Aceim), confirma que estás prácticas, antes esporádicas, se han convertido en habituales: "Las escuelas tienen cada vez más plazas libres y las listas de espera han desaparecido. Además, después de la subida de las tarifas del año pasado, las públicas ya cuestan casi lo mismo que las privadas. No vamos a poder sostener estos descuentos mucho más".

Como publicó 20minutos, 20.000 familias renunciaron a escolarizar a sus hijos de entre 0 y 3 años en centros públicos durante el curso 2012/2013 a consecuencia de la crisis y del tasazo decretado por la Consejería de Educación. El incremento medio fue de 29 euros.

Las cuotas mensuales, congeladas este curso, van de los 80 a los 260 euros al mes dependiendo del nivel de renta. El servicio de comedor, que cuesta otros 90, va aparte. Si el niño tiene menos de un año, sus padres deben abonar una cuota fija adicional de 60 euros. Estas cantidades suponen que, hoy, la diferencia con las guarderías privadas se haya reducido a unos 40 euros menos.

Los 34 millones que la Consejería de Educación reparte en becas —el conocido como cheque guardería— a 31.000 familias solo sirven para centros privados. En la pública no hay ayudas.

Despidos

Como en la privada, y en contra de lo que ocurría hasta hace dos cursos, en la pública tampoco hay lista de espera. "Se ha eliminado debido al tasazo, no porque no haya demanda. Quieren acabar con las escuelas públicas", asegura Carmina Ferrero, miembro de la Junta de Portavoces de Educación Infantil. Educación lo niega y alega que no ha dejado de abrir escuelas (más de una decena en los últimos dos años) a pesar de que este tramo educativo no es obligatorio.

La falta de matriculados, sin embargo, está provocando que la Administración prescinda de los trabajadores interinos que les atendían. El Ayuntamiento de Móstoles, por ejemplo, ha despedido a 19 educadores porque tiene 147 plazas vacantes y las matriculaciones han caído un 30%. La promesa del alcalde, Daniel Ortiz, de crear una bolsa de empleo no es suficiente para los afectados. "Les hemos ofrecido alternativas, pero han dicho que son todas inviables. Mientras siguen contratando cargos de confianza", critica Belén Vallejo, una de las despedidas.

En Ciempozuelos, el Consistorio ha optado, directamente, por cerrar la escuela infantil Emilio Muñoz.

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