Los trabajadores de 'Vinnell-Brown & Root Spain' (VBR), la empresa gestora del mantenimiento de la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla), han celebrado este lunes una asamblea general saldada con la ratificación, con un 92,05 por ciento de los votos, de la huelga de cuatro días convocada a partir de las 00,00 horas de este mismo martes. Los trabajadores emprenderán esta huelga al no mediar ningún avance en el periodo de consultas correspondiente al nuevo expediente de regulación de empleo (ERE) destinado a extinguir otros 70 puestos de trabajo en la plantilla española.

Fernando Martínez, secretario de la sección sindical de UGT en estas instalaciones militares cuyo uso comparten Estados Unidos y España, ha informado a Europa Press de que con un 92,05 por ciento de los 239 votos emitidos, los trabajadores han ratificado la convocatoria de huelga, vigente para los días 10, 11, 12 y 13 de septiembre. En esta última fecha, por cierto, finaliza el periodo de consultas del ERE, el segundo que promueve VBR en aproximadamente tres años.

A las 00,00 horas de la madrugada de este lunes al martes, así, comienza el paro técnico y a las 08,00 horas se celebrará ya una primera concentración a las puertas de la base. El comité de empresa, en ese sentido, advierte de que este nuevo ERE pone de relieve una estrategia lineal para reducir a una mínima expresión la plantilla española de la base y sustituir a los empleados españoles por personal estadounidense. "En 48 horas hemos trabajado 140 horas extraordinarias. Tenemos muchos aviones en la pista y la base está contratando personal americano para prescindir de los trabajadores españoles", ha dicho Fernando Martínez.

El nuevo ere de la base

Aunque 'VBR' alega razones "productivas" para estos nuevos despidos, que suceden al ERE ya consumado en 2010 con la extinción de 119 puestos de empleo, el comité de empresa esgrime que la plantilla española de la base ha efectuado más de 3.000 horas extraordinarias en el primer semestre de este año, con un incremento global de la carga de trabajo del 30 por ciento, "sobre todo en trabajos de pista y comidas".

Como reflejan las hemerotecas, después de que las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos adjudicasen a 'Vinnell-Brown ant Root Spain' (VBR) la gestión de los servicios de mantenimiento de estas instalaciones militares, esta empresa estadounidense emprendió en 2010 un expediente de regulación de empleo "por causas organizativas" para extinguir 286 de los 594 puestos de empleo sujetos entonces a los servicios de mantenimiento.

El ere de 2010

Durante la negociación del expediente de regulación de empleo, la compañía y el comité de empresa acordaron reducir a 150 el número de despidos, pero la destrucción de puestos de trabajo quedó después rebajada a 119 personas al ser descubierto que 31 de los trabajadores incluidos en el ERE habían causado ya baja en la empresa, extremo que por cierto investiga el Juzgado de Instrucción número 15 de Sevilla.

Ya en 2013, sonaban de nuevo las alarmas en la plantilla de los servicios civiles de la base a cuenta de una publicación colgada en el portal digital www.fbo.gov, una suerte de perfil del contratante de la administración estadounidense. Y es que, según el comité de empresa de la base de Morón de la Frontera, en esta página web fue publicada eventualmente una relación de 144 empleados de estas instalaciones, con nombres y apellidos, cuyos puestos de trabajo serían susceptibles de desaparecer en el nuevo contrato de explotación que, a finales de 2014, habrá de licitar y adjudicar la Fuerza Aérea de Estados Unidos para la gestión de estos servicios de mantenimiento.

Futuro incierto

Para el comité de empresa, todo respondería a un intento de acometer los despidos inicialmente planeados para el ERE de 2010 pero finalmente no consumados, al objeto de aproximar el adelgazamiento de la plantilla al espíritu inicial de la reestructuración laboral de 2010. Y es que aquel ERE fue inicialmente ideado para despedir a 286 trabajadores pero, como se ha informado, finalmente fueron 119 los empleados despidos.

Poco después, y por si fuera poco, las fuerzas aéreas de Estados Unidos desplegaban en esta base aérea ocho aviones militares correspondientes al contingente anunciado entonces para reforzar las operaciones militares en el norte de África, extremo que según el comité de empresa no se tradujo en contrataciones al movilizar la US Air Force a sus propios operarios.