El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha afirmado este lunes que pese a la gravedad de la situación "aún hay posibilidades de un arreglo político" al conflicto en Siria. Lavrov ha hecho estas declaraciones al término de sus conversaciones con su homólogo sirio, Walid Muallem.

"Hemos acordado unos pasos prácticos que vamos a dar en contacto con otros Estados, con el fin de dar una oportunidad de que se plasme un arreglo político", ha dicho Lavrov en una rueda de prensa conjunta con el canciller sirio.

El jefe de la diplomacia rusa ha agregado que la postura de Moscú de rechazar a una intervención extranjera en el conflicto en Siria se mantiene inmutable.

Muallen ha transmitido la gratitud del presidente sirio, Bachar Al Asad, al presidente de Rusia, Vladímir Putin, por su postura frente al conflicto en el país árabe.

Rusia insiste en la necesidad de convocar una nueva conferencia internacional de paz en Ginebra, en la que, según Muallem, el Gobierno de Damasco está dispuesto a participar "sin condiciones previas".

Una respuesta militar o seguir con el suministro de armas pueden extender el conflicto en Siria al resto de la región, según ha advertido la responsable de derechos humanos de la ONU, Navi Pillay.

"Esta terrible situación reclama una acción internacional, pero una respuesta militar o continuar con la provisión de armas puede encender una conflagración regional que resultaría en más muertes y miseria", ha declarado la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.