Ana Duato coge el testigo de 'Un país para comérselo', con un capítulo sobre Menorca

Este lunes, a partir de las 23.45 horas, la 1 de TVE estrena la tercera temporada de 'Un país para comérselo', en el que Ana Duato sustituye a Imanol Arias y Juan Echánove y buscará lo mejor de la gastronomía española, en sitios como Menorca, donde se ha grabado el primer programa.

MADRID, 08 (OTR/PRESS)

Este lunes, a partir de las 23.45 horas, la 1 de TVE estrena la tercera temporada de 'Un país para comérselo', en el que Ana Duato sustituye a Imanol Arias y Juan Echánove y buscará lo mejor de la gastronomía española, en sitios como Menorca, donde se ha grabado el primer programa.

La tercera temporada de 'Un país para comérselo' regresa a TVE con una de las actrices más conocidas, Ana Duato, que coge el testigo de sus compañeros Imanol Arias y Juan Echánove (hermanos en 'Cuéntame cómo pasó') y acompañará a los espectadores por nuevos territorios, y será la guía de un viaje cargado de sabores, productos y encuentros.

'Un país para comérselo' empieza este lunes con lo que será un viaje de unos 27.000 kilómetros, desde Baleares a Canarias, por mares y ríos, con destinos que incluyen las playas de Valencia, las calles de Trujillo, los llocs menorquines, o los ríos de Asturias y Segovia.

La cocina de autor estará presente en cada programa, con visitas a cocineros como Toño Pérez, Julio Reoyo o Víctor Bayo, que representan la renovación culinaria. En esta nueva entrega, el equipo ha cruzado hasta tierras portuguesas y ha encontrado al otro lado de la frontera productos y tradiciones que hermanan a España con el país vecino.

Este viaje empieza en Menorca, con un programa llamado 'Un huerto en el mar' en el que Ana descubre que Menorca es una isla con un espíritu dividido entre la mar y el campo, donde actividades como la fabricación del queso y el cuidado del ganado todavía están muy arraigadas en la economía local.

Muchos son los pueblos que han dejado su huella en Menorca, y entre ellas, destaca la impronta de los británicos en el paisaje, la arquitectura y la gastronomía de la isla. Así, la producción de ginebra es uno de sus legados, al igual que el queso de Mahón. Además, Ana seguirá todo el proceso de fabricación de un producto tan artesano como éste. Siendo tierra de mar no faltará la pesca de ortigas de mar, ni una cena con una tradicional caldereta.

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