El portavoz de IU-LV en el Ayuntamiento de Gijón, Jorge Espina, ha considerado una "absoluta irresponsabilidad" del Gobierno Local, y en concreto del edil de Educación, Carlos Rubiera (Foro), el que se haya dado inicio a la retirada de amianto en la techumbre de la escuela infantil Alejandro Casona y de una antena radioactiva, "altamente contaminantes" ambos, a menos de una semana de que comience el curso, sobre todo cuando se está realizando sin las debidas medidas de protección.

Así lo ha indicado, en rueda de prensa en el Consistorio, acompañado del vicepresidente de la Federación de Padres y Madres de Alumnos de Gijón (Fapas-Xixón), Faustino Sabio, y del presidente de la asociación vecinal del Polígono de Pumarín -barrio donde se ubica el centro—, Luis Lozano.

"Ponen los pelos como escarpias", ha resaltado sobre el hecho de ver a trabajadores retirando el amianto sin ninguna medida de protección ni control de ningún tipo hacia los vecinos ni a los niños de 3 a 6 años que estudian allí, más de 120, según él.

De hecho, ha apuntado que desde la Dirección del centro se da por sentado que las obras retrasarán el inicio del curso escolar. Es más, ha exigido que el Ayuntamiento expida una certificación por escrito de que no hay riesgo para los alumnos ni para los vecinos del entorno y que hasta que no sea así no den comienzo las clases en ese centro. Una petición que llevará al Pleno del próximo día 13.

"Como padre, me niego a que mi hijo vaya a ese centro", ha avanzado apuntando a su condición de padre de uno de los alumnos de tres años que comenzará este año en esa escuela. Es más, ha apelado a la responsabilidad subsidiaria del Principado con referencia sus competencias en Educación y ha hecho un llamamiento a la denuncia ciudadana para que no se inicie ahí el curso escolar. A esto ha unido que incluso las reuniones con los padres se están llevando a cabo en dos centros cercanos, el Evaristo Valle y el Rosario Acuña.

Espina ha llamado la atención también sobre que la empresa adjudicataria no está ni incluida en el listado de empresas autorizadas a trabajar con amianto, por lo que sospecha que no se están cumpliendo las medidas de seguridad exigidas. Una circunstancia que ya se ha puesto en conocimiento del Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales, y cuya responsabilidad recae en la propia empresa y en el Ayuntamiento.

Asimismo, ha explicado que la Consejería ya remitió la prohibición de iniciar el curso si hay obras, mientras que la empresa habla de que estas concluirán en un mes, aunque la adjudicación establece un plazo de dos.

Riesgos para los vecinos

Por parte de la asociación vecinal, Lozano ha mostrado su "gran sorpresa" porque no usan medidas de protección ni tienen en cuenta el protocolo de actuación para la retirada de amianto, pero también por la fecha de inicio de obras cuando el colegio estuvo dos meses cerrado. Asimismo, se llamó a la Policía Local, aunque adujo que no tenían competencia para paralizar la obra, solo para pedir la documentación.

En el caso de Fapas-Xixón, Sabio ha indicado que se registró una petición para el Ayuntamiento informe sobre en qué situación están todas las obras que se desarrollan en colegios, ya que tienen constancia de retrasos en varias de ellas. Ha destacado que están a la espera de la convocatoria de reunión del Consejo Escolar y, de no hacerse, pedirán una reunión extraordinaria.

Ha recalcado, además, que no aceptarán que los niños se incorporen a la escuela si no hay condiciones salubres "totalmente certificadas", al tiempo que ha querido saber cuál puede ser el ámbito de incidencia de la retirada del amianto, ya que podría retrasar también el inicio de otros centros cercanos.