Después de que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, haya insinuado este jueves que convocará elecciones plebiscitarias en 2016 si el Gobierno español no avala una consulta de autodeterminación en 2014, ERC, el socio de CiU en el Parlament, ha advertido que el acuerdo entre CiU y ERC fija el referéndum para el año quie viene. Entre el resto de partidos, se interprea la opción de los comicios como un balón de aire para el President.

ERC tiene muy clara la fecha en qué los catalanes decidirán su futuro. "La opción A, B y C de Esquerra es la consulta en 2014", ha garantizado el secretario general adjunto del partido, Lluís Salvadó. "Para nosotros, 2016 queda muy lejos. El 2014 debe ser el año en que planificamos todos los esfuerzos y, por una vía o por otra, el pueblo de Catalunya pueda expresar su opinión".

Por su parte, el líder de ERC, Oriol Junqueras, ha respondido a Mas vía twitter: "En 2014 debemos decidir nuestro futuro, y haremos todo lo que esté en nuestras manos para que sea así". El republicano ha dejado claro que el objetivo es "la independencia cuanto antes mejor".

Pese a este baile de fechas entre 2014 y 2016, Salvadó ha defendido la solidez del pacto con CiU de momento y ha evitado especular con una ruptura del acuerdo parlamentario en caso de que Mas aplace el proceso soberanista dos años.

Entre el resto de partidos se ha interpretado el anuncio de Mas como el intento de conseguir un balón de oxígeno. El secretario de Organización del PSOE, Óscar López, le ha reprochado su discurso "confuso y tramposo" y ha defendido que sólo los socialistas han propuesto una solución para Cataluña. "Lo demás es el viaje a ninguna parte", ha sentenciado.

En el mismo sentido se ha pronunciado el primer secretario del PSC, Pere Navarro, que cree que el anuncio de unas elecciones plebiscitarias es "una campaña publicitaria" de Mas para incrementar el clima de tensión y entretener. "No les importa el sufrimiento de los ciudadanos, porque su objetivo es avanzar hacia la independencia", ha asegurado Navarro, quien exige a Mas que defina exactamente qué son para él unas elecciones plebiscitarias.

Por su parte, el portavoz del PP en el Parlament, Enric Millo, ha pedido a Mas que aclare si se ha echado atrás en su voluntad de una consulta "ilegal" en 2014. Millo acusa al President de generar "confusión" con discursos "contradictorios y ambiguos". Para el PP, "no tiene sentido que Artur Mas busque excusas para las próximos comicios autonómicos, que ya están previstos para el año 2016".

El coordinador nacional de ICV, Joan Herrera, ha acusado al President de renunciar a su acuerdo parlamentario con ERC y de poner "muy fáciles las cosas a Rajoy, que ya sabe lo que debe hacer en vez de definir una hoja de ruta para que la consulta se haga sí o sí". Herrera ha hablado de "fraude" porque "Mas renuncia a un acuerdo electoral y a un compromiso de gobierno y de legislatura con ERC, porque lo que habían dicho es que harían la consulta sí o sí, y lo que está haciendo es otra cosa".

Por su parte, Albert Rivera, líder de Ciutadans, ha asegurado que "Mas pone en riesgo la convivencia y el Estado de Derecho anunciando unas elecciones para saltarse las leyes democráticas". En un comunicado, la CUP también ha criticado al President, pero argumentando que "el Govern está haciendo marcha atrás en la convocatoria de una consulta y ya piensa en agotar la legislatura". Para esta formación independentista, Mas "ha sucumbido a las presiones de las elites catalanas y españolas, que estarían forzando un nuevo pacto para encajar a Cataluña dentro de España".

Por último, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU), ha dado su apoyo a Mas, ya que considera "perfecto" que haya unas elecciones plebiscitarias en 2016 si el Gobierno español prohíbe una consulta en 2014. Trias se ha declarado "admirador" de Mas, que considera "un presidente extraordinario que debe tomar y tomará decisiones muy complicadas". En este sentido, ha asegurado que el President "necesita personas a su lado dispuestas a ayudarle". "Yo pienso igual que él", ha afirmado Trias.