Un incendio forestal que, según las primeras estimaciones se inició en tres puntos diferentes de los montes situados entre los municipios ourensanos de San Amaro y O Carballiño, obligó esta tarde a declarar la alerta de nivel 1 por la proximidad de las llamas a las casas de los núcleos de población de Marco y Varille.

La máxima alerta en este incendio forestal estuvo activada entre las 18.36 y las 19.25 horas de este martes como medida preventiva por la proximidad a los referidos núcleos de población, según informaron a Europa Press los alcaldes de San Amaro, Ernesto Pérez González, y de O Carballiño, Argimiro Marnotes.

Las fuentes consultadas han indicado que la llegada de medios aéreos a la zona de este incendio consiguió parar el avance del fuego hacia las viviendas, lo que permitió levantar la alerta de nivel 1, aunque el fuego sigue activo en una zona de bosque de robles y pinos.

Además, ya desactivada la alerta máxima llegó al lugar la Brif de Laza con 17 personas, que inmediatamente realizaron labores de refresco y cavaron en el suelo un pequeño cortafuegos en la zona más próxima a las viviendas.

En los núcleos de Marco y Varille los vecinos intentaron hacer frente a las llamas con sus mangueras domésticas y observaron las labores de extinción de los brigadistas con la cara tapada con pañuelos, mascarillas o camisetas debido a la cantidad de humo en la zona.

En las labores de extinción de este incendio, que permanece activo desde las 17.10 horas de este martes, trabajan tres agentes, siete brigadas, tres motobombas, una pala, dos helicópteros y siete aviones, según la información facilitada por la Consellería do Medio Rural.

Actividad incendiaria

En declaraciones a Europa Press, el alcalde de San Amaro, Ernesto Pérez, ha lamentado que "obviamente el fuego fue intencionado", ya que aseguro que se inició "en tres lugares distintos", después de "un mes de total tranquilidad".

Así, ha relatado que a finales de julio, en San Amaro se produjeron varios conatos de fuego en el extremo opuesto del ayuntamiento, cerca del castro de San Cibrao de Las, pero éstos consiguieron apagarse "rápidamente, en no más de media hora". Esa actividad incendiaria los puso sobreaviso, por lo que se reforzó la vigilancia y se consiguió "eliminar a la persona que los plantaba", hasta que este martes se produjo este fuego.

Provincia de ourense

La provincia de Ourense, donde se registran temperaturas de en torno a los 37 grados, ha sido este martes la más castigada por los incendios forestales. Así, también se registraron fuegos en Cortegada, en Padrenda, en Vilamarín, en Pereiro de Aguiar y en Cualedro.

En el municipio de Padrenda, en la parroquia de Monterredondo, permanece activo un incendio que empezó a las 16.44 horas de este martes y en cuyo control trabajan dos agentes forestales, nueve brigadas, tres motombombas, una pala, tres helicóptero y siete aviones, según ha informado a Europa Press Medio Rural.

En el municipio vecino de Cortegada, en concreto en la parroquia del mismo nombre, otro fuego declarado a las 18.03 horas pudo ser controlado a las 20.26 horas. En el dispositivo contra incendios colaboran cuatro aviones, un agente, cuatro brigadas y cuatro motobombas.

Asimismo, en la parroquia de Vilamarín, el fuego declarado a las 16.48 horas logró ser controlado a las 18.46, gracias al trabajo de un agente forestal, siete brigadas, tres motombombas, tres aviones y un helicóptero.

Otros incendios

Por otra parte, a las 19.26 horas de este martes quedó controlado el incendio registrado en el municipio coruñés de Laxe, en la parroquia de Nande, donde se ha calcinado una superficie de en torno a 80 hectáreas. En las tareas de extinción participan diez agentes forestales, 20 brigadas, siete motobombas, tres palas, cuatro helicópteros y dos aviones.

En cuanto al fuego registrado en la parroquia de Macenda, en el municipio coruñés de Boiro, que también afecta a la parroquia de Tállara, en el ayuntamiento de Lousame, permanece controlado desde las 13.10 horas del pasado sábado.

Este fuego, que se había iniciado a primera hora de la tarde del jueves, quemó una superficie de 450 hectáreas de monte arbolado. En los trabajos de extinción participaron tres técnicos, 38 agentes forestales, 86 brigadas, 37 motobombas, cinco palas, nueve helicópteros y diez aviones, en colaboración con la Unidad Militar de Emergencias (UME).