El secretario general del PSPV, Ximo Puig, ha manifestado este sábado que los defensores de la recentralización y el independentismo catalán "viven felices en confrontación" y ha apuntado que, por el contrario, su formación defiende la "unidad" y "bajar la tensión" para "encontrar un punto de acuerdo y de diálogo" entre ambos vectores.

Así se ha manifestado el dirigente socialista en la rueda de prensa posterior a la Comisión Ejecutiva Nacional del partido, al ser preguntado por su opinión respecto a la posibilidad de que la cadena humana organizada con motivo de la Diada catalana llegue a territorio valenciano.

Puig ha incidido en que el PSPV tiene una "posición absolutamente clara y definida", que no se encuentra "ni a favor de la recentralización ni del independentismo", sino que aboga por el federalismo, es decir, por las "singularidades" por comarcas, pero con un "espacio común".

Asimismo, ha opinado que la ruptura entre Cataluña y el resto de España "sería mala para España, pero sobre todo para Cataluña", y por eso los socialistas se posicionan en contra de los independentistas catalanes, así como de la "manipulación de la derecha para vivir en ese caldo de cultivo que es la confrontación".

"Ahora bien, no se puede estar sin hacer nada, hay que hacer movimientos; nosotros queremos unidad, tenemos intereses comunes y no nos interesa la política de confrontación, queremos que se supere", ha sostenido.

Superar las "asimetrías"

Para Puig, esta tensión no aporta nada bueno para los valencianos, catalanes y españoles, y ha lamentado que son los primeros quienes están "pagando muchos platos rotos". "La Comunitat Valenciana es la peor financiada, ocupa un papel irrelevante. Tenemos que superar tres asimetrías, la asimetría vasco-navarra, la asimetría de las comunidades autónomas de nada en común y la de Madrid, que hace que ese proceso de recentralización nos lleve a que la capacidad comarcal tenga menos fuerza", ha señalado.

En este sentido, ha criticado que la Comunitat se ha quedado "sin la CAM, sin Bancaja y sin el Banco de Valencia", lo cual considera que ha supuesto "otra derrota de Almansa". "Lo frustrante es que los malos gobiernos siempre necesitan un Gibraltar", ha concluido.