El secretario de Estado estadounidense, John Kerry explicó en rueda de prensa este viernes que no tienen intención de repetir con Siria una guerra como Irak y por ello han analizado los informes con cautela. De este modo, aclaró que al menos 1.429 personas han fallecido en el ataque químico perpetrado en Damasco el pasado 21 de agosto, entre ellas 426 niños, y pidió actuar de acuerdo a los "valores universales" que siempre ha intentado respetar Estados Unidos. "Importa si no hacemos nada, importa si el mundo habla, lo condena, y luego no sucede nada", dijo contundente, mencionando que "querer la paz no hace que haya paz".

"No repetiremos Irak. Hemos dado pasos sin precedentes para hacer disponible al público en general esa información. Pero hay cosas que sabemos sobre las que no podemos hablar públicamente. Sabemos y podemos decir que el régimen de Al Asad tiene el programas de armas químicas más grande de Oriente Medio, que las ha utilizado muchas veces este año, y que las ha utilizado a una escala menor pero contra su propia gente incluyendo los ataques del miércoles pasado", afirmó Kerry en su comparecencia.

Para el secretario de Estado, el objetivo de Al Asad es eliminar a la oposición en los suburbios de Damasco "y está frustrado por no conseguirlo". "Sabemos desde dónde se lanzaron cohetes, a qué hora, desde dónde se enviaron... y fueron únicamente a áreas controladas por la oposición. Sabemos, igual que lo sabe el mundo, que sólo 90 minutos después el infierno se desató. Hemos visto con nuestros propios ojos los informes y todos muestran el formol con personas con espasmos, taquicardia, espuma en la boca, inconscientes y llegando a la muerte". En las horas posteriores, "el régimen intentó acabar con las pruebas mediante otros bombardeos".

"Somos los Estados Unidos de América. Somos el país que ha intentado mostrar valores universales. Es un crimen contra la conciencia, contra la humanidad y los principios más fundamentales de la comunidad internacional. Es importante para nosotros, para quiénes somos, para el liderazgo y para la credibilidad del mundo. Importa si no hacemos nada. Importa si el mundo habla, lo condena, y luego no sucede nada. América debe tener confianza y saber que no estamos solos en nuestra condena, en nuestro deseo de actuar. Muchos amigos están preparados para responder, como la Liga Árabe", dijo sobre la posible intervención.

En ese sentido, Francia se postuló en las últimas horas como la mejor aliada de Estados Unidos en una posible intervención. El propio presidente galo, François Hollande, dijo que pretendía frenar, pero no derrocar, a Bachar Al Asad. Lo dijo horas después de que David Cameron tuviera que dar un paso atrás en su plan, después de que fuera rechazado por el parlamento británico.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, confirmó que el empleo de armas químicas requiere una respuesta de la comunidad internacional pero este organismo no intervendrá de forma directa. “No veo el papel de la OTAN en respuesta a un régimen internacional”.

Kerry reiteró que no pueden esperar que las Naciones Unidas digan quién hizo el ataque, sólo confirmarlo, por lo que pide acción. "Obama y Estados Unidos creen en Naciones Unidas y respetan a los inspectores, pero como ha dicho Ban Ki-moon la ONU, como es su mandato, no confirmará quiénes son los autores del ataque, sólo si éste se produjo".

"Sé que el pueblo americano está cansado de guerras. Pero querer la paz no hace que haya paz. La Historia nos juzgará si ahora miramos para otro lado con un dictador que quiere usar armas de destrucción masiva".

Mientras tanto, la propia ONU informó este viernes de que no habrá un reporte preliminar de los inspectores y esperarán a los análisis científicos para presentar un informe.  "Quiero aclarar algunos mitos que están circulando. Los expertos no presentarán un informe preliminar, habrá informe una vez concluyan los análisis de las evidencias recogidas", dijo ante la prensa el portavoz de la ONU, Martin Nesirky.

Un portavoz del régimen sirio ha lamentado las declaraciones de John Kerry esta tarde, afirmando que todo son "mentiras" como las que precedieron a la invasión de Irak. El Gobierno de Al Asad está "sorprendido" por el hecho de que "uno de los mayores países del mundo esté intentando engañar a la opinión pública de forma tan ingenua, sin basarse en pruebas".

En la misma línea se mostró el Ministerio de Exteriores ruso, que tachó de "inaceptables" las amenazas de Estados Unidos. "Las declaraciones pronunciadas en Washington con amenazas de emplear la fuerza contra Siria son inaceptables", afirmó el portavoz de la diplomacia rusa, Alexandr Lukashévich, en un comunicado publicado en la página web de la cancillería.