La Junta promueve políticas de ahorro energético y hábitos de consumo "razonable" para reducir gasto y emisiones de CO2

La Junta de Castilla y León promueve políticas de ahorro energético y hábitos de consumo "razonable" para reducir el gasto y las emisiones de CO2 a través de medidas como el "etiquetado energético", entre otras prácticas que permiten ahorrar "un 25 por ciento" en el gasto de energía.
Bicicleta De Montaña
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EUROPA PRESS
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La Junta de Castilla y León promueve políticas de ahorro energético y hábitos de consumo "razonable" para reducir el gasto y las emisiones de CO2 a través de medidas como el "etiquetado energético", entre otras prácticas que permiten ahorrar "un 25 por ciento" en el gasto de energía.

Según han informado a Europa Press fuentes de la Consejería de Economía y Empleo, con esto se persigue el desarrollo de una actividad económicamente "más competitiva" y una reducción del impacto medioambiental de la generación energética en la Comunidad, tanto en los hogares como en la actividad diaria, algo que "tiene aún más sentido en momentos de crisis económica".

Así, en lo referente al etiquetado energético, aplicado tanto a los vehículos como a los electrodomésticos y, como novedad, a los edificios, constituye una medida de ahorro energético y respeto al medio ambiente cuya rentabilidad "es casi inmediata" en términos de ahorro para la economía de los ciudadanos.

En este sentido, la Junta subraya que una opción de compra de un producto energéticamente más eficiente "mejora el entorno, preserva las fuentes de energía fósiles, evita su agotamiento y reduce la dependencia energética del exterior y la emisión de contaminantes".

La información incluida en la etiqueta base contiene datos sobre el nivel de eficiencia energética representados por siete letras, de la 'A' a la 'G'. Los electrodomésticos más eficientes están incluidos en el intervalo de la 'A' a la 'C'. Entre los distintos niveles hay una diferencia de un consumo energético entre un diez y un 15 por ciento mayor, de forma que un electrodoméstico de clase de clase 'A' puede llegar a consumir el 55 por ciento de lo que consume otro de clase 'D'.

Alumbrado y ordenadores

En cuanto al etiquetado del alumbrado, los niveles de eficiencia son los mismos que en el caso de las etiquetas de los electrodomésticos. La etiqueta incluye información sobre los lúmenes, que indican la cantidad de luz que aporta la lámpara; los vatios, que expresan la potencia y por último, las horas que funcionará la lámpara.

Como ejemplo, si se compara una bombilla convencional de 100 vatios con una lámpara de bajo consumo de 20, se comprueba que ambas proyectan la misma luz. Sin embargo la de bajo consumo permite un ahorro en 8.000 horas de funcionamiento que será de 80 euros, según las mismas fuentes. La sustitución de bombillas que suelen estar encendidas unas 5 horas al día, por lámparas de bajo consumo, puede reducir la factura eléctrica de un hogar entre un 15 y un 20 por ciento.

Por lo que se refiere a los equipos ofimáticos, éstos llevan generalmente los logotipos de 'Etiqueta Ecológica' y 'Energy Star'. Un ordenador calificado con la etiqueta 'Energy Star' es responsable de reducir hasta un 70 por ciento las emisiones del CO2 emitidas por la central energética que tiene que producir la electricidad para hacer trabajar ese equipo, en comparación con uno convencional. Cabe recordar que los modos de funcionamiento 'Sleep', 'Stand by' o ahorro de energía permiten disminuir el consumo respecto a los modos normales de funcionamiento, pero no implican un consumo cero.

En el caso de las viviendas, las medidas de ahorro en cualquier tipo de edificio pueden aplicarse desde el momento de su propia construcción, pues fachada, cubierta y ventanas son las partes "esenciales" del edificio para aplicar las mejoras energéticas y medidas de ahorro. Cada grado en el interior de más en verano o de menos en invierno puede incrementar el consumo hasta un cinco por ciento, por lo que conviene hacer una comprobación de la correcta función aislante de las ventanas y aislar térmicamente la fachada.

En este sentido, la Junta ha destacado que la aplicación del certificado energético de edificios busca "limitar la demanda energética" de todo tipo de construcciones, "optimizar" el rendimiento de las diferentes instalaciones de un inmueble y "fomentar el uso de energías renovables" en las viviendas.

Automóvil y movilidad sostenible

El etiquetado energético de los turismos nuevos informa acerca del consumo de combustible y de las emisiones de CO2, de forma que el comprador potencial sepa cuál es el modelo con el mejor rendimiento en cuanto al combustible utilizado, a la hora de decidirse por uno u otro modelo entre los disponibles en el punto de venta. La etiqueta debe contener, como mínimo, la descripción del vehículo —marca, modelo, tipo de combustible—, el consumo oficial de carburante expresado en litros por cada 100 kilómetros, la equivalencia en kilómetros recorridos por cada litro de combustible repostado, y las emisiones de CO2 expresadas en gramos por kilómetro recorrido.

En este ámbito, la Junta de Castilla y León promueve la incorporación de vehículos energéticamente "más eficientes y menos contaminantes", como híbridos, de GLP, de gas natural o eléctricos. Dentro de este desarrollo, se ha elaborado recientemente la guía para la implantación del vehículo eléctrico en Castilla y León.

Sin embargo, el Gobierno autonómico ha advertido de que el conductor "es también fundamental" para lograr el mayor ahorro de combustible y el mayor rendimiento del vehículo, a través de la elección adecuada del automóvil y de una forma de conducir "eficiente", que evite marchas cortas, acelerones o frenazos bruscos.

Además, ha defendido el uso de las diferentes alternativas al automóvil, como la movilidad a pie o en bicicleta, el transporte público o el coche compartido.

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