La Conselleria de Bienestar Social, a través de la Dirección General del Menor, ha atendido a un total de 529 menores extranjeros a través del sistema de protección en el primer semestre del año, de los que 83 han sido altas nuevas. De esta cifra, 430 están tutelados por la administración valenciana y 99 quedaron en situación de guarda, según ha informado la Generalitat en un comunicado.

De estos menores —317 niños y 212 niñas—, 288 fueron acogidos en centros residenciales y 241 en familias. Los países de procedencia más frecuente de estos menores han sido Marruecos, Rumanía y Argelia. En la actualidad, según los datos de 30 de junio de 2013, la Generalitat tiene tutelados un total de 350 menores extranjeros y a 73 en situación de aguarda. De ellos, 191 se encuentran en acogimiento residencial y 232 en acogimiento familiar.

La directora general del Menor, Rosa Aragonés, ha explicado que la Generalitat, a través de la Conselleria de Bienestar Social, "tiene la obligación legal de atender a los menores extranjeros que se encuentren en territorio de la Comunitat Valenciana, en situación de desprotección social".

"Estos menores pasan a formar parte del sistema de protección, y se les aplica al igual que a los menores españoles, las medidas de protección previstas en el Reglamento de Medidas de Protección Jurídica del Menor en la Comunidad Valenciana", ha indicado.

En relación al mismo periodo de 2012, la Generalitat ha observado un descenso en el número de menores extranjeros atendidos, al pasar de 651 entre enero y junio del pasado año a 529 en la actualidad, fundamentalmente por el descenso de menores extranjeros no acompañados (MENAS) que son atendidos por la Conselleria de Bienestar Social.

Descenso por cambio en las expectativas

Según la directora general, "después de varios años de un constante incremento de menores no acompañados, a partir de 2011 se inició un notable descenso que continuó durante 2012 y en el primer semestre de este año 2013". A su juicio, el principal motivo del descenso en la llegada de menores no acompañados "puede deberse a la situación económica actual, provocando un cambio en las expectativas que estos menores tenían".