Autorizan el cambio de colegio de un niño de Barcelona que sufría acoso escolar

  • La última agresión culminó con una rotura de ligamentos.
  • El niño sufrió agresiones repetidas y siempre por el mismo grupo de alumnos.
  • El padre acusa al centro escolar de no reconocer estos ataques como 'bullying'

El padre de un niño de 14 años denunció este martes el acoso escolar que ha estado sufriendo su hijo en los últimos meses y que el pasado mes de octubre culminó con una rotura de ligamentos cruzados al caer por las escaleras después de que el presunto agresor le hiciera la zancadilla.

El padre, Daniel Pujol, acusó este martes al centro escolar, el colegio concertado IPSI de Barcelona, de no reconocer la agresión como 'bullying', cuando no se trataba del primer episodio violento que sufría el niño, siempre por parte de un mismo grupo de alumnos.

Ante la actitud del centro, Pujol decidió denunciar el caso a la Fiscalía de Menores.

Agresiones repetidasYa en octubre de 2005, el niño sufrió una fisura del tabique nasal al ser empujado contra un banco del patio. En esa ocasión, el padre decidió no denunciar porque el centro abrió expediente a los agresores y los padres se disculparon.

Pujol explicó que esa vez el colegio sí "asumió la responsabilidad y prometió estar pendiente" del caso.

Un año más tarde, el padre volvió a notar a su hijo "triste y extraño" y le preguntó si volvía a tener problemas, a lo que el niño contestó que "estaba controlado".

Sin embargo, días más tarde, el niño llamó al padre para que le llevara la hospital tras la caída por las escaleras que le produjo la rotura de ligamentos, ya que, según Pujol, el colegio no quiso trasladarlo. Dirigido por la Generalitat, Pujol acudió a un gabinete psicológico, que

le "recomendó sacarlo inmediatamente" del colegio.

El menor será destinado a un nuevo centro en breve, después de que la Generalitat haya autorizado el cambio, pero el lunes aún acudió a su antiguo colegio y tuvo que volverse a casa después de que los agresores le amenazaran con frases como "de esta no te va a salvar ni tu padre".

El padre lamentó las secuelas psicológicas que va a tener su hijo y, en particular, el perjuicio físico derivado de este último incidente, ya que el niño juega a waterpolo y no se le podrá operar de la rodilla hasta que complete su crecimiento.

Por su parte, la Conselleria de Educación de la Generalitat está pendiente del informe del inspector para poder pronunciarse sobre el caso.

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