El presidente regional, Ignacio Diego, ha asegurado que Cantabria "ha pasado ya lo peor" y puede encarar el futuro "sin esa inquietante sensación de no haber tocado fondo".

"Empezamos ya a salir" de la crisis, ha afirmado el jefe del Ejecutivo, que ha hecho un llamamiento a la "confianza en el porvenir" de la Comunidad Autónoma, que este domingo celebra su Día en la localidad de Cabezón de la Sal.

En su discurso, el líder del PP autonómico también ha aludido a la "vocación" española de los cántabros y a la solidaridad de esta región y de sus habitantes, para advertir que "nadie saldrá ganando con la quiebra de otras partes de España". "Aquí no hay salvaciones individuales, sino salvación de cada uno dentro de la embarcación común que debe seguir a flote", ha sentenciado.

Acompañado por sus consejeros, diputados, alcaldes y concejales, el delegado del Gobierno, Samuel Ruiz, y el presidente del Parlamento, José Antonio Cagigas, entre otros, Ignacio Diego ha trasladado un "mensaje de confianza, de fe en Cantabria, de convicción en que vamos a emprender una senda de renovación económica, crecimiento, y creación de puestos de trabajo y oportunidades profesionales", al mismo tiempo que "salvaguardamos" los servicios esenciales, como la educación, la sanidad o la atención social a los más desfavorecidos y a dependientes.

Después de aludir a informes que auguraban esta semana un regreso al crecimiento el año que viene, el presidente ha vaticinado que "en los próximos meses y en 2014 vamos a vivir con mucha mayor esperanza el futuro colectivo y vamos a ser testigos de una nueva tendencia, con más inversión, más oportunidades, y unas expectativas significativamente mejores en prácticamente todos los sectores".

A esto se sumará, como ha añadido, el "regreso" a niveles "más elevados" de inversión privada y pública. Avances que permitirán nuevas medidas de estímulo, como rebajas de impuestos, que redundarán en una economía "más dinámica", que a su vez "alimente con más prodigalidad" las arcas públicas, lo que permitirá "consolidar aún más" los servicios esenciales.

Y tras admitir que queda "mucha tarea" por delante y "no pocos entuertos que deshacer", el presidente cántabro ha opinado que el "retraso en admitir la crisis y emprender reformas", —que supuso "cerrar los ojos" y "perder el tiempo"—, propició que la coyuntura económica haya sido "gravísima", en vez de "grave"; al tiempo que convirtió el "preocupante" paro en "abrumador", hizo un "abismo" del "desequilibrio" fiscal y puso a España "bajo la amenaza" de una "década perdida" e, incluso, de una generación "casi perdida".

Ante esto, ha añadido Diego, España y sus ciudadanos han optado por un "cambio rotundo", un "verdadero giro en la marcha del país", cambio fundamentado, desde el primer momento, en "abrir los ojos" y "acelerar las reformas", es decir, "transparencia y eficacia".

En este sentido, ha indicado que el Gobierno regional ha implantado una cultura de "austeridad" y ha sido pionero también en reducir el Parlamento "al mínimo legal", al tiempo que la región está también "a la cabeza de España" en reducción de organismos y entes públicos.

Gracias a éstas y otras medidas, Cantabria tiene objetivos presupuestarios "asumibles" y está entre las comunidades "más capaces" de financiar su servicio sanitario. "Cantabria ha hecho sus deberes" y "la mayor parte del esfuerzo está ya realizada", ha destacado el presidente.

Vocación cántabra,

Española y europea

Ahora bien, ha puntualizado que la región no es una "isla artificialmente desgajada" de España y de Europa. Con estas palabras, Ignacio Diego se ha referido a la "vocación de cántabros", que "no estará nunca en discordancia con nuestra vocación de españoles".

"España lo es de todos y todos estamos interesados en su buena marcha", ha afirmado, para mostrar "cierta preocupación" ante determinadas expresiones "extremadas" de "nacionalismos disgregadores" que, a su juicio, "siembran la discordia que necesitan para justificar sus inclinaciones". Pero lo que el país necesita es "todo lo contrario": "unión, cohesión, participación activa de todos en el mejor desarrollo de los asuntos comunes", ha comparado.

A este respecto, ha apuntado que Cantabria "ha sido siempre" una región "solidaria" con las demás, debido a su "elevado sentimiento español". Algo que ha demostrado, según ha señalado Diego, en los dos últimos años, contribuyendo al "gran esfuerzo de consolidación fiscal" que reclamaban la Unión Europea y los organismos internacionales para "sortear una debacle de la zona euro" y poner a España "en vías de regresar al crecimiento".

"Cantabria ha pasado de ser una de las comunidades más incumplidoras del criterio de déficit público a estar en el grupo de vanguardia que avanza hacia el equilibrio fiscal" y que ha logrado hacer "sostenibles" sus servicios públicos "sin necesidad de especiales sacrificios", ha subrayado el presidente regional, que también ha apuntado que este año los cántabros hemos "vuelto a ser solidarios" en la fijación de un objetivo bajo de déficit.

Pero esta solidaridad no es incompatible con una actitud reivindicativa, que en Cantabria ha permitido "avances sustanciales", como el acuerdo para la mejora de la comunicación ferroviaria con la Meseta, la rebaja de impuestos que benefician a empresas de la región -como el céntimo verde a Sniace-, la adquisición del edificio del Banco de España en Santander, o la inclusión "por primera vez en varios años" de fondos para el Hospital Valdecilla en los Presupuestos Generales del Estado.

Todas estas reivindicaciones, las que se han logrado y las que están en curso, no obedecen a que los cántabros estén "desapegados" de España, sino a que "nos sentimos España", como ha precisado Diego, para quien "el cantabrismo sin españolismo resultaría una protesta estéril".

El presidente regional también se ha referido al a vinculación de la comunidad autónoma y el conjunto del país a Europa, de la que Cantabria ha recibido durante 30 años "solidaridad", que se plasma en las vías de comunicación, la calidad de las aguas de los ríos y costas, el desarrollo de polígonos empresariales, colegios, institutos y centros de enseñanza universitaria y de investigación científica, entre otros proyectos.

Con todo ello, y a ojos de Diego, Europa es "la fuerza que ha impedido un desmoronamiento desordenado de una parte de nuestro sistema financiero, que se habría llevado por delante los hogares, a las pequeñas empresas y hubiera adquirido dimensiones casi apocalípticas".

"Si hoy podemos celebrar aquí este Día de Cantabria para proclamar una ilusión de futuro, es porque hace doce meses el Banco Central Europeo", ha recordado el presidente regional, "anunció su intención de respaldar sin límite a nuestra deuda soberana, en caso de necesidad".

Y, para finalizar, Ignacio Diego ha recalcado que "Cantabria ha pasado ya lo peor" y se ha mostrado convencido de que "volverá más pronto que tarde a una salud pletórica que permitirá pensar que vivimos no solo en la tierra más bella del mundo, sino también la tierra con más oportunidades".