La Generalitat recula y abre un expediente para catalogar el claustro de Palamós

La Generalitat rectificará y abrirá finalmente un expediente para catalogar el claustro de la finca Mas del Vent de Palamós (Girona), después de que los avances en la investigación hayan aportado "nuevos elementos" e indicios de que podría ser original, según han señalado a Europa Press fuentes de la Conselleria de Cultura.
Ferran Mascarell
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EUROPA PRESS
Ferran Mascarell

La Generalitat rectificará y abrirá finalmente un expediente para catalogar el claustro de la finca Mas del Vent de Palamós (Girona), después de que los avances en la investigación hayan aportado "nuevos elementos" e indicios de que podría ser original, según han señalado a Europa Press fuentes de la Conselleria de Cultura.

Un año después de que la Generalitat hiciera público un informe que señalaba que el claustro era una construcción historicista, fruto de una copia con piezas del siglo XII y XIII, ahora la Conselleria de Cultura ha pedido un nuevo informe independiente, ha informado 'El País'.

Tras los últimos indicios y una conversación con el profesor de Historia del Arte Medieval Gerardo Boto, el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, ha decidido encargar a la Dirección General de Patrimonio el inicio del proceso de protección del claustro, que implica un estudio del conjunto arquitectónico, han señalado las mismas fuentes de Cultura.

De hecho, el inicio del proceso, que podría concluir que el claustro es un Bien de Interés Nacional, ya conlleva en sí mismo una declaración de protección que podría decaer, si el análisis encargado constata finalmente que es una copia.

Para que los resultados del trabajo sean concluyentes, Mascarell ha recurrido a la voz respetada del catedrático de Historia del Arte Eduard Carbonell, un experto en historia del arte de prestigio, especializado en patrimonio cultural y museología, además de exdirector del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) y exdirector general de Patrimonio de la Generalitat.

Informe de 2012

El arqueólogo de la Conselleria que lideró el informe, Eduard Riu, señaló en julio de 2012 que la obra incluye elementos "poco relevantes" de los siglos XII y XIII.

Añadía que, por tanto, no se trata de un claustro románico desmontado y vuelto a montar, sino de una construcción pensada para decorar, cuya primera procedencia conocida es una finca de Ciudad Lineal (Madrid) perteneciente al anticuario Ignacio Martínez Martínez, que cuando lo vendió ya advirtió a sus nuevos propietarios de que no todas las piezas eran auténticas.

Acompañado del conseller de Cultura, Ferran Mascarell, Riu defendió que uno a uno todos los indicios que indicaban que el claustro difícilmente podía ser original, empezando por su excesiva perfección: es un cuadrilátero perfecto con arcos totalmente regulares y con un único tratamiento estético, algo muy extraño en este tipo de construcciones, donde normalmente conviven elementos diferentes de varias épocas.

"Es el claustro románico más espectacular de todos los claustros románicos que hay en la Península. Si fuera románico, claro", ha dicho Riu, que ha remarcado que el claustro no sólo copia los capiteles de Santo Domingo de Silos (Burgos), sino que además reinterpreta las figuras que en aquél están incompletas, lo que también delata su falsedad, porque al inventar te puedes equivocar, ha remarcado el arqueólogo.

Además, señaló que la apariencia es "efectista", pero remarcó que la calidad dista mucho de la de Santo Domingo de Silos, y de la del otro claustro que ha servido de referencia, el de San Juan de la Peña (Huesca).

Otro de los indicios de que el claustro no era original es la ausencia de menciones en la abundante historiografía sobre el románico español, y el hecho de que autoridades mundiales en la materia, como Manuel Gómez Moreno, lo hubieran visto sin prestarle más atención.

Sin embargo, la aparición de líquenes que sólo se dan tras muchos años de exposición a la intemperie y la degradación de algunos ábacos —una parte de los capiteles de las columnas— hace pensar que el claustro también incluye algunos elementos originales, del siglo XII o de los primeros años del siglo XIII, aunque más de la parte constructiva que escultórica.

A pesar de que la gran parte del claustro no tiene ni siquiera cien años, los expertos han pedido en su informe que el Ayuntamiento de Palamós lo declare Bien de Interés Local y que entre en el inventario del patrimonio catalán, y es que, como ha recordado Mascarell, no por ser historicista se tiene que menospreciar —buena parte del famoso Barrio Gótico de Barcelona lo es—.

Esa declaración obligaría a la conservación del claustro, pero no a hacerlo accesible al público, una opción que quedará únicamente en manos de los actuales propietarios.

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