"Los juegos creados a raíz de las nuevas tecnologías son adictivos y provocan la alteración de la personalidad", asegura Joaquín Conesa, psicólogo del Hospital Quirón Murcia, quien añade que si la persona ya padece una psicopatología previa, el uso desmesurado de dichos juegos aumenta sus efectos.

"Un niño de nueve años pidió a su familia acudir al médico ya que sentía ganas de apuñalar a su madre debido a los efectos causados por un juego electrónico de lucha", cuenta este psicólogo como caso que desvela las consecuencias trágicas que puede ocasionar este tipo de adicción.

En el niño es aún más perjudicial ya que se encuentra en pleno desarrollo de su personalidad. "Si en la etapa infantil adquieres una conducta adictiva, a lo largo de la vida se repite este patrón trasladado a otras facetas sociales como puede ser el juego, sexo, alcohol o drogas", asegura.

En los jóvenes entre 20 y 30 años es especialmente peligroso el uso abusivo de redes sociales a la hora de establecer relaciones personales. De hecho, existe una cifra muy alta de personas con psicopatologías que participan en encuentros virtuales ya que en ellos el tiempo carece de importancia, se miente más de lo normal y carece de la información que ofrece el lenguaje físico.

El verano contribuye al uso inadecuado de internet y aparatos electrónicos ya que disponemos de más tiempo libre. Por ello, Joaquín Conesa recomienda a los padres que los niños realicen actividades al aire libre, en grupo y/o familia, y limiten el uso de videojuegos a 1 hora como máximo al día, previamente pactado con el niño.

En cuanto a los jóvenes, es aconsejable retroceder en el tiempo y recuperar las costumbres de salir a los sitios tradicionales para relacionarse de forma presencial. Y, por supuesto, disminuir los contactos virtuales también a 1 hora como máximo al día, ya que el acto de estímulo-respuesta que provoca, por ejemplo, un mensaje del móvil, hace que desatendamos lo que estemos realizando en ese momento.