La exposición retrospectiva 'César Manrique. La conciencia del paisaje' permanecerá abierta hasta el próximo 10 de agosto en los espacios culturales que la Fundación CajaCanarias tiene en Santa Cruz de Tenerife y La Laguna.

Desde finales de agosto, la muestra procederá a visitar otros enclaves del archipiélago, concretamente Santa Cruz de La Palma (Espacio Cultural CajaCanarias-Casa Massieu) y Las Palmas de Gran Canaria (Sala de Arte La Regenta).

La exposición, que abrió sus puertas el pasado 4 de abril, ha recibido alrededor de 6.000 visitas, suponiendo un hito en el acercamiento integral a todas las facetas creativas de César Manrique, así como a su destacado perfil como defensor del ecosistema y el entorno de su tierra, Lanzarote, frente a la degradación del paisaje y la especulación inmobiliaria.

A lo largo de más de cinco meses de apertura al público, 'César Manrique. La conciencia del paisaje' se ha convertido en algo más que una muestra estática del recorrido creativo del artista lanzaroteño.

Prueba de ello ha resultado la interacción de cientos de visitantes con los elementos que la componen, bien a través de las diferentes redes sociales compartiendo los rincones más sugerentes de un montaje dinámico que ha sorprendido desde su apertura, como dejando huella expresa de sus respectivos pasos a través de las propuestas planteadas.

En este sentido, especial impacto ha causado el denominado 'árbol de los deseos', que ha ido adquiriendo frondosidad a través de las hojas-mensajes que los asistentes a la muestra han ido insertando, y que componen un certero recorrido por los anhelos y esperanzas que la vida y obra de César Manrique ha formado en ellos.

Más de 80 OBRAS

La muestra está integrada por 83 obras (pinturas y esculturas), así como por diversos documentos, bocetos, fotografías e instalaciones que recrean el lenguaje plástico de César Manrique (1919-1992).

Los fondos artísticos proceden mayoritariamente de la Fundación César Manrique, así como de otras instituciones y colecciones particulares, y representan una amplia selección de la producción artística de César Manrique (básicamente de carácter pictórico), desde sus inicios, en la década de 1940, hasta sus últimos años, a principios de la década de 1990.

A partir de este proyecto de carácter retrospectivo se analizan las distintas manifestaciones artísticas de Manrique en su faceta como pintor, escultor, arquitecto, ecologista, conservador de monumentos, consejero de construcción, planeador de complejos urbanísticos y configurador de paisajes y jardines. Asimismo, la muestra pone de manifiesto la relación existente entre su obra y la defensa de los valores medioambientales de Canarias, así como la armonía que Manrique siempre mantuvo entre el arte y la naturaleza como espacio creativo.