Una tienda de la cadena Ikea en la ciudad israelí de Netanya tuvo no solo dormitorios en exhibición, sino también una usuaria dormilona que, aparentemente borracha, se echó una siesta durante toda la tarde hasta la hora del cierre. Clientes y empleados se limitaron a no molestarla.

Los hechos ocurrieron la semana pasada, según el diario The Times of Israel. Durante una visita a la tienda de muebles y artículos para el hogar, la clienta se sintió mal y vomitó sobre uno de los sofás montados en el local.

Según algunos clientes, la mujer aparentaba estar ebria.

Tras el incidente en la sección de sofás, la clienta se dirigió a la de dormitorios, eligió una cama queen size, se quitó los zapatos y se echó a dormir.

De acuerdo con el diario israelí, los clientes no la molestaron. "Simplemente pasaban de largo en esa cama", dijo un testigo.

Tampoco lo hicieron los empleados, que la dejaron en paz toda la tarde hasta que tuvieron que ir a despertarla porque ya era hora del cierre.

En un comunicado citado por The Times of Israel, Ikea explica que la mujer "se sintió mal cuando llegó a la tienda, y nuestros empleados le permitieron descansar hasta que se sintió mejor. Le deseamos que su salud se mejore".