El exceso de flúor puede afectar al esmalte y provocar manchas en los dientes

Un exceso en los niveles de flúor en el agua de consumo puede afectar al esmalte y provocar manchas en los dientes, por lo que los especialistas recomiendan que para los niños de 0 a 8 años el aporte diario de esta sustancia en el agua de abasto no supere las 1,5 partes por millón (ppm), si bien en niveles apropiados defiende la aparición de caries.

Un exceso en los niveles de flúor en el agua de consumo puede afectar al esmalte y provocar manchas en los dientes, por lo que los especialistas recomiendan que para los niños de 0 a 8 años el aporte diario de esta sustancia en el agua de abasto no supere las 1,5 partes por millón (ppm), si bien en niveles apropiados defiende la aparición de caries.

Así lo ha indicado en una nota el Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife ante las restricciones por exceso de flúor en el consumo de agua en trece municipios de la isla, decretadas por la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de Salud.

El Colegio ha apuntado que la superficie de los dientes está recubierta por una película transparente de gérmenes que se unen al esmalte formando la placa dental, a lo que ha añadido que el ácido que produce la placa bacteriana le roba los iones de calcio, una circunstancia que puede producir un debilitamiento de su estructura y la consiguiente entrada de gérmenes al interior del esmalte, donde la higiene diaria no es capaz de llegar.

"De esta forma, puede comenzar el progreso de la caries hacia el interior del diente. Sin embargo, el flúor es capaz de unirse a estos iones de calcio y formar la fluorapatita, que hace más resistente al esmalte del ataque ácido de la placa bacteriana", han explicado.

Según han expuesto, las coronas de los dientes comienzan a formarse desde el feto hasta los 6 y 8 años y, durante ese periodo, es importante un aporte adecuado de flúor, que refuerce la estructura cristalina del esmalte de las piezas definitivas.

No obstante, un exceso en los aportes de este elemento es perjudicial durante el desarrollo y maduración de las coronas dentarias, ya que puede producir la llamada 'fluorosis dental', que se manifiesta en diferentes grados de afección del esmalte. Pero el exceso de flúor, una vez formadas ya las coronas, no repercute de forma "significativa ni dañina" en las estructuras.

Hay que tener en cuenta que el aporte ideal de flúor en las aguas de consumo depende también de las características climáticas de cada zona, así como que en el entorno de Canarias la cantidad idónea de este elemento en el agua debería estar en torno a los 0,7 partes por millón.

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