"El reto ahora es identificar a las personas que han fallecido. Muchas veces esto no es fácil, pero las familias no pueden vivir bajo la incertidumbre". Así ha hablado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la mañana de este jueves tras visitar el lugar  de Angrois, en el municipio de Santiago de Compostela, donde este miércoles descarriló un tren y provocó que falleciesen al menos 78 personas, así como heridas a más de un centenar de pasajeros.

Tras transmitir su "pesar a todas las familias y amigos de todas las personas que han fallecido", Rajoy ha dado las gracias a "todos los funcionarios y servicios de emergencia, empleados públicos, por su dedicación". También a los vecinos de Santiago, de los que dijo que "han puesto todo lo que tienen y lo mejor de sí mismo" para ayudar, y a las muchas personas que se presentaron voluntaria para donar sangre. "Es muy reconfortante y muestra la solidaridad y la generosidad de los españoles en momentos tan duros como este", ha añadido.

El presidente ha afirmado que ha dado instrucciones para que, en cuanto sea posible, se recupere la normalidad del tráfico ferroviario "a la mayor celeridad posible".

Rajoy llegó sobre las 10.45 horas de este jueves a la 'zona cero' del accidente. Lo hizo acompañado del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; de la ministra de Fomento, Ana Pastor; del conselleiro de Infraestructuras, Agustín Hernández; y del alcalde de Santiago, Ángel Currás. El objetivo era conocer in situ las circunstancias la tragedia.

El presidente entró junto al puesto de seguridad y habló con miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, tras lo que pasó a observar las vías ferroviarias en las que se produjo el siniestro, una zona con una curva pronunciada.

Junto al resto de la comitiva oficial, llegó al lugar exacto en el que aterrizó el vagón que voló por los aires en el momento del accidente, por encima de un alto talud que separa la carretera de las vías y donde están instaladas dos enormes grúas que esta madrugada han elevado a esa calzada otros dos vagones del convoy.

El presidente se detuvo, posteriormente, en un viaducto sobre las vías, donde durante unos diez minutos, acompañado, entre otros, por directivos de Renfe y Adif, siguió las explicaciones de cómo sucedió la tragedia y cómo se desarrollan los trabajos de los equipos de emergencias.

Después,cruzaron el puente existente sobre las vías para ver la máquina tractora y los cuatro vagones volcados aún sobre la vía, en dirección a la estación de Santiago.

Posteriormente, el jefe del Ejecutivo central se trasladó junto a Feijoo y Pastor al Hospital Clínico compostelano, donde se encuentran ingresados muchos de los heridos. Allí han visitado a los que han dado sus consentimiento y han hablado con familiares de los mismos.

Tras esta visita, se ha dirigido después a la sede de la Xunta para participar en el minuto de silencio por las 78 víctimas mortales de la tragedia.

Galicia estará de luto oficial durante los próximos siete días.Tras reunir al Consello de la Xunta "más duro de la historia autonómica", el presidente gallego ha anunciado "el mayor luto oficial de la historia de Galicia".

Al tiempo de su comparecencia, ha explicado que "se continúa con los trabajos" en la zona del siniestro y que "han empezado las identificaciones". "Galicia se siente cerca de la angustia de las familias que esperan", ha trasladado.

Rajoy, por su parte, ha decretado tres días de luto oficial en toda España.