El ferrocarril urbano de la capital malagueña, infraestructura que promueve la Consejería de Fomento y Vivienda, se ha dotado en su diseño y equipamiento "de todos los avances tecnológicos disponibles", redundando así en "la máxima seguridad, comodidad y rapidez de los futuros usuarios", según ha destacado este miércoles Fernando Lozano, director general de Metro de Málaga, sociedad concesionaria de la Junta de Andalucía.

Lozano, que ha intervenido en las jornadas MetroCity, que se celebran en la capital malagueña, ha hecho una amplia exposición del proyecto, su modelo contractual, así como de los sistemas constructivos empleados y ha explicado que estas innovaciones tecnológicas se han implementado en la accesibilidad de las estaciones, en los sistemas de señalización ferroviaria, en la gestión de la explotación a través del puesto de mando, así como en el sistema de billetaje.

En materia de accesibilidad, que constituye una de las señas de identidad del futuro sistema de transportes, ha incidido en que se ha cuidado especialmente mediante un diseño de las estaciones, que garantiza flujos directos entre el exterior, el vestíbulo y el andén, así como con una arquitectura y acabados de los recintos que facilita la comprensión de los itinerarios, mediante la máxima homogeneización de la disposición de las estaciones y de sus revestimientos interiores.

Al objeto también de garantizar la plena accesibilidad, Lozano ha afirmado que se han tomado como referencia los manuales de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) a la hora de elegir las soluciones para la pavimentación de la solería de estaciones y los encaminamientos que facilitan la accesibilidad a las personas con movilidad reducida.

Además, el metro de Málaga dispone de medios mecánicos en todas sus estaciones subterráneas para facilitar el tránsito desde la calle al vestíbulo y al andén con 56 escaleras mecánicas y 29 ascensores, entre ambas líneas.

Respecto a la señalización ferroviaria, Metro de Málaga optó por la implantación del sistema CBTC del fabricante Alstom, que tiene la capacidad de maximizar la frecuencia de trenes hasta intervalos de 90 segundos, si el servicio y la demanda así lo exigieran.

"Aunque esta capacidad también permitirá corregir y recuperar frecuencias en el caso de que se haya producido alguna incidencia en la explotación que haya demorado la regularidad de paso de trenes", ha resaltado Lozano.

El director general de Metro de Málaga ha aludido también al Puesto de Control Central, ubicado en el complejo de Talleres y Cocheras de Los Asperones, que garantiza la supervisión y gestión en tiempo real de la explotación del metro y de todos los sistemas vinculados al servicio, con telemando de los equipos energéticos, de comunicaciones o de señalización, entre otros.

Lozano ha mencionado, finalmente, los sistemas de billetaje de última generación que incorpora el metro de Málaga, basados en la tecnológica sin contacto, que permiten una rápida validación y adquisición de los títulos de viaje del ferrocarril urbano.

EXPERIENCIAS

Ciudades como Zaragoza, Barcelona y Burdeos (Francia) han servido como ejemplos en las jornadas MetroCity para mostrar la capacidad de regeneración del espacio público de las nuevas infraestructuras de transporte público, en este caso los metros ligeros.

El director de Comunicación de Tranvía de Zaragoza, Ignacio Iraburu, ha explicado cómo este medio "hace ciudad", algo que ha ocurrido en la capital aragonesa.

Con una frecuencia de paso de cinco minutos, 40 minutos de tiempo de recorrido de principio a fin, dos aparcamientos disuasorios para el coche privado y otras medidas de fomento de la movilidad sostenible, sus gestores han conseguido que los ciudadanos den una valoración a este medio de transporte público superior a ocho sobre 10 puntos, ha indicado.

La narración de la experiencia de Barcelona ha corrido a cargo de Rafael de Cáceres, coordinador de obras del Ayuntamiento barcelonés entre finales de los años 80 y principios de los 90, en la ciudad preolímpica que se aprestaba a uno de los mayores cambios de su historia.

De Cáceres ha realizado un recorrido sobre la evolución urbanística de la ciudad para terminar relacionando el transporte público con el crecimiento de las ciudades.

También ha expuesto cómo la expansión de Barcelona hacia el este y hacia el mar favoreció el desarrollo de infraestructuras del transporte como las dos líneas tranviarias y la red de autobuses urbanos. "La ciudad se tiene que mirar a sí misma porque primero crece la ciudad y después llega el transporte, que se adapta a sus necesidades reales", ha manifestado.

Por su parte, el tranvía de Burdeos también ha sido objeto de una ponencia. El presidente de Velophonie, Didier Fenoron, ha comentado que la llegada del tranvía a la ciudad francesa "reconquistó el espacio público" para uso y disfrute de los ciudadanos.

El metro ligero supuso una gran oportunidad aprovechada a nivel urbano y metropolitano, ya que sirvió para controlar el crecimiento periférico y evitar el abandono del centro, según Fenoron.

El proceso de información y participación durante la fase de las obras y de explotación del tranvía resultó "fundamental" para la aceptación por parte de la ciudad de este medio de transporte, con actividades festivas y educativas, así como con la conformación de un nuevo código de la circulación urbana, que incluye al transporte público, peatones, ciclistas y colectivos más vulnerables.

El sistema de alquiler de bicicletas, con posibilidad de combinar el transporte público con el no motorizado, también contribuye al éxito del metro ligero, que mueve, en la actualidad, una media de 73,6 millones de viajeros al año.

Las jornadas MetroCity, que organiza la Consejería de Fomento y Vivienda, con la colaboración de la Universidad de Málaga (UMA) y el patrocinio de Metro de Málaga, pretenden abrir un espacio de reflexión y análisis sobre movilidad urbana, transporte eficiente y sostenibilidad, explorando ejemplos de referencia tanto en España como en Europa, según han destacado desde la Consejería de Fomento y Vivienda.