Condenan a multa a un hombre por encararse con un agente que fue a un bar a hacer controles de ruido

La Audiencia de Málaga ha confirmado la pena de multa impuesta a un hombre por encararse y querer agredir a un agente de la Policía Local del municipio malagueño de Campillos que fue a un bar para realizar unos controles de ruido y cumplimiento del horario de cierre. Así, se desestima el recurso de la defensa.

La Audiencia de Málaga ha confirmado la pena de multa impuesta a un hombre por encararse y querer agredir a un agente de la Policía Local del municipio malagueño de Campillos que fue a un bar para realizar unos controles de ruido y cumplimiento del horario de cierre. Así, se desestima el recurso de la defensa.

Según declaró probado un juzgado de instrucción de Antequera (Málaga), y consta en la sentencia de la Audiencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, en diciembre de 2012, dos agentes de la Policía Local de Campillos, uniformados y en el ejercicio de sus funciones, fueron a un bar para realizar dichos controles.

Así, al pasar los agentes al lado de un grupo de clientes que estaban en el exterior del pub, el acusado "le propinó un empujón por la espalda" a uno de los policías y al darse la vuelta para pedirle explicaciones "se le encaró", con una "actitud chulesca y desafiante", decía la resolución.

Al mismo tiempo, indicaba la primera sentencia, "se abalanzó contra el agente con la intención de agredirlo", lo cual fue impedido por varios jóvenes que acompañaban al denunciado, quienes "lo retuvieron y retiraron del lugar". Por esto, se le condenó a una multa de 120 euros por una falta contra el orden público.

La defensa del hombre recurrió la sentencia, alegando que había un error en la valoración de las pruebas, apuntando que siempre se da "la razón" a las fuerzas del orden público. Al respecto, la Sala indica que esa afirmación "no puede sostenerse empíricamente" y que el juez explica en su sentencia las razones por las que se condenó.

Se añade que hubo versiones contradictorias, ya que el denunciado y su amigo declararon que el empujón "no fue intencionado", lo que fue "desmentido" por los dos agentes que actuaron. Así, se indica que no sólo fue un empujón, sino que el hombre adoptó "un comportamiento hostil frente al mencionado policía".

El Tribunal de apelación sostiene que en este caso "no existen razones para pensar que los policías falten a la verdad, pues entre otras razones sólo conocían de vista al denunciado", por lo que rechaza el recurso y confirma íntegramente la sentencia dictada en su día por el juzgado.

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