La esencia del Festival Internacional de Benicàssim se ha materializado este sábado en forma de Arctic Monkeys y Miles Kane, dos habituales de la cita musical, que han dado sendas lecciones de matrícula de honor en el escenario principal.

La jornada del sábado en la edición número 19 del FIB, la más convulsa, ha recordado a los mejores tiempos de la cita musical con mucho público entregado, himnos de la música independiente y reencuentros esperados sobre las tablas.

Con mucho más público que los dos primeros días, por fin el escenario Maravillas ha brillado en todo su esplendor. El público patrio ha acudido al festival contribuyendo a llenar los huecos que se quedaron en la mayoría de los conciertos de los dos primeros días.

Los dos veteranos de la cita benicense, Arctic Monkeys y Miles Kane, unidos desde hace años en su antigua banda Last Shadow Puppets, este sábado, después de que Alex Turner pidiera "a little help from by friends" (un podo de ayuda de mis amigos), se han vuelto a unir sobre las tablas para no defraudar al público que estaba esperando el encuentro.

El concierto de los "monos árticos" de Alex Turner ha comenzado con el tema adelanto de su nuevo disco que verá la luz en septiembre Do I wanna know y después de esta sensacional pieza las cosas solo podían ir a mejor.

Una hora y media de hits y más hits dirigidos por ese maestro encantador de masas que es Turner, Dancing Shoes, Brick by Brick, She's thunderstorms, I bet you look good on the dancefloor, y un largo etcétera que ha llenado una hora y media de perfectos coros británicos acompañando a su compatriota.

Tampoco se ha olvidado de echarle un cable al festival, en el que la banda es un clásico, y ha asegurado estar encantado de volver y, además, ha dicho que "a todo el mundo le gusta tocar en Benicàssim, ¿quién no querría?".

La maestría de los de Sheffield ha provocado el delirio del público, que ha bailado sin tregua y ha hecho que muchas jovencitas hayan tenido que ser sacadas de la primera fila acusando el agobio de la masa.

Su predecesor en el escenario Maravillas, Miles Kane, ha derrochado sonrisa y buen rollo, con un directo electrizante y un público entregadísimo, que ha llegado corriendo literalmente hasta el escenario, en otro derroche de superéxitos coreados.

Otro gran momento del escenario principal ha sido el de The Courteneers. Los de Middleton han sido todo un comienzo vitaminado para la gran noche de sábado.

Y desde luego Kaisher Chiefs ha puesto a prueba al público que entrada la madrugada podría haber estado ya agotado, pero no, han coreado el desenfrenado Every day I love you less and less, con el que ha arrancado el concierto y todos los demás grandes éxitos de la banda.

En los escenarios menores ha sonado ese disco que ha llegado al número uno en las listas británicas, el Bad blood de los chicos del sur de Londres, Bastille, con su electropop apto para todos los públicos.

Y la figura del excéntrico músico zaragozano Bigott ha sido el que se ha encargado de poner el toque de humor, como es habitual en él, comenzando su concierto intentando cantar un tema que sonaba de The Coronas from Ireland, desde el escenario Trident, opuesto al Pringles, donde se encontraba él.

Este domingo será el turno para otro de los grandes nombres, The Killers, además de Palma Violets, Jake Bugg, Black Rebel Motorcycle Club, Alunageorge, Woodkid, Azealia Banks o Dorian, entre otros.