Cerca de medio centenar de delegados sindicales de CCOO y UGT se han concentrado este viernes a las puertas de la sede de la patronal albaceteña, FEDA, en protesta por el último accidente laboral con resultado de muerte que ha afectado a trabajadores de la provincia, ocurrido el pasado 15 de julio cuando estaban realizando tareas de asfaltado en una carretera de La Rioja y fallecieron dos trabajadores, uno de Alpera (Albacete) y otro de Ayora (Valencia).

El secretario de Acción Sindical y Salud Laboral de CCOO, Juan José Jiménez, ha defendido que "reivindicar más prevención equivale a tener más seguridad y salud laboral" en la provincia y se ha referido a la estadística de siniestralidad laboral que se publicó recientemente, en la que se refleja que "la siniestralidad laboral se ha reducido, pero ha sido porque también ha bajado la afiliación a la Seguridad Social".

Una estadística que refleja que, en el primer semestre de 2013, en la provincia "se han registrado 1.370 accidentes, con dos fallecidos" y la mayoría de ellos, 800, se han localizado en el sector Servicios. "La única manera de una siniestralidad laboral cero es con la prevención en las empresas, el cumplimiento de la normativa", ha añadido en declaraciones a los medios.

Por su parte, el secretario general del Metal de UGT, Francisco Borrego, ha realizado un "llamamiento a los empresarios, a la DGT y a los conductores" para atajar los accidentes laborales. A los empresarios, ha explicado, porque "está claro que hay que ampliar los perímetros de seguridad, sobre todo, en los trabajos de conservación en las carreteras" y, ha apuntado como otra medida para garantizar la seguridad, "buscar otros horarios" en los que el tráfico sea menor.

A la DGT le ha solicitado que, cuando se realicen trabajos en las carreteras, sea "obligatoria la presencia de la Guardia Civil" y a los conductores les ha recordado que "piensen que, mientras ellos circulan por carreteras más seguras, hay trabajadores que han puesto su vida en riesgo para ello".

Borrego ha defendido que, con la situación de crisis, creen "que las empresas se están relajando" y ahora "se invierte menos en seguridad", con lo que ha reclamado que se cambie la tendencia.