El velero Diosa Maat de Ecologistas en Acción recalará este sábado, 20 de julio, en la Bahía de Santander, donde desarrollará una jornada de sensibilización sobre la pesca sostenible con actividades como degustación de productos frescos y locales, conocer de cerca el trabajo de los pescadores y mariscadores artesanales y jugar mientras se aprende sobre los ecosistemas pesqueros.

Este velero, que fue requisado en 2004 en una operación contra el narcotráfico y cedido a Ecologistas en Acción para desarrollar campañas de investigación y sensibilización, surca este verano las aguas del Cantábrico con la campaña 'Por una costa sana y una pesca con futuro', que cuenta con la colaboración de la Fundación Biodiversidad.

Esta campaña pretende reivindicar la pesca artesanal como actividad económica sostenible respetuosa con el medio marino y para ello se desarrollarán diferentes actividades, que comenzarán, a las 11.30 horas, y se centrarán en el marisqueo como modalidad de explotación artesanal.

Durante la mañana se exhibirá la exposición itinerante asociada al proyecto en el entorno del Club Náutico y se desarrollarán actividades para los más pequeños en la carpa habilitada a tal efecto.

Ya en la tarde, a partir de las 16.30 horas, se procederá al embarque del presidente de la Cooperativa de mariscadores La Campanuca y representantes de la Plataforma por la Defensa de la Bahía (DEBA) para recorrer la Bahía.

En el itinerario programado se visitarán los puntos más representativos relacionados con la actividad tradicional y los puntos en los que se concentran las mayores amenazas, tanto en cuanto al desarrollo de la actividad marisquera, como en cuanto al uso público del área portuaria, ofreciendo explicaciones e interpretando el entorno. Uno de los más significativos es la ubicación del relleno previsto en Raos.

Los puertos donde predomina la pesca artesanal son la apuesta más sostenible desde el punto de vista ambiental, económico y social. Se genera mayor ocupación laboral y se mantiene la pesca que menos impactos ambientales conlleva. Sin embargo, esta actividad está "seriamente amenazada" por el bajo precio que puede alcanzar en lonja el pescado, las escasas ayudas y los altos costes mensuales.

Además, los recursos marinos se agotan, no sólo por la sobreexplotación pesquera de las últimas décadas, sino también por los vertidos o la contaminación, incluyendo agrícola e industrial. Se ven "seriamente afectados" por obras costeras, como diques, puertos o construcciones urbanísticas, y por dragados para la regeneración de playas, que pueden "dejar un caladero generoso convertido en desierto de arena".