Los bloqueos de vías y los disturbios crecieron este jueves en Colombia, durante las protestas sociales que los campesinos iniciaron en el noreste del país hace 38 días y que cumplieron su segunda jornada en el caso de los mineros.

Los mineros artesanales taponaron cinco puntos en las vías entre las ciudades de Cali y Buenaventura, en el departamento del Valle del Cauca (suroeste).

En Caucasia (Antioquia, noroeste) otro de los puntos clave de la protesta minera, los manifestantes quemaron dos automóviles y causaron heridas a dos policías, dos menores y un adulto, según denunciaron las autoridades locales en el informativo de Caracol Noticias.

Los mineros del municipio de Marmato, en Caldas (centro), cerraron varias veces la vía que une las ciudades de Medellín y Manizales, mientras que en otro destacado departamento minero, el Chocó, abundó la presencia de las autoridades y la precaución entre los habitantes.

Este gremio protesta ante la supuesta negativa del Gobierno de atender sus demandas, entre ellas la eliminación de un decreto que ordena la destrucción de la maquinaria usada en la extracción minera por supuestos trabajadores ilegales.

Mientras tanto, prosiguieron los disturbios en Tibú, municipio de la región del Catatumbo, donde los campesinos han protagonizado protestas desde hace 38 días.

Las Naciones Unidas consideraron que durante los disturbios que derivaron de los primeros días de bloqueos de vías, se registró un uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades colombianas, lo que el Gobierno tildó de "irresponsable" al no haber todavía un dictamen de la Fiscalía sobre los hechos.

Los jornaleros reclaman el fin de una campaña de erradicación de los cultivos de hoja de coca, que es la actividad principal en la zona, la sustitución de cultivos ilícitos y la implementación de una Zona de Reserva Campesina.

Las autoridades han denunciado la intervención de las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que tienen presencia en la zona.

La Policía pidió a los manifestantes no usar artefactos explosivos en estas manifestaciones, dado que según sus investigaciones hay al menos una decena de civiles heridos y mutilados, así como 21 uniformados, con las artesanales "papas-bomba" y tatucos (cargas explosivas).

En la región del Catatumbo, en la frontera con Venezuela, cuatro campesinos que han perdido la vida durante las protestas. De ellos, tres  murieron por heridas causadas con proyectiles de armas de fuego de alta velocidad, según confirmó este jueves la Fiscalía General de Colombia.

Los campesinos Édinson Franco Jaime, Yonel Jácome Ortiz, Hermides Jaime Téllez y Diomar Alfonso Quintero perdieron la vida en hechos ocurridos el 22 y el 25 de junio pasado en el municipio de Ocaña, segunda ciudad del departamento de Norte de Santander, en donde los campesinos protestan desde hace 38 días.