La afiliación al PP del presidente del Tribunal Constitucional (TC), Francisco Pérez de los Cobos, desvelada este jueves ha provocado un debate: ¿es incompatible, como asegura El País, ese status con su cargo? La respuesta es que legalmente, Pérez de los Cobos no incumple ninguna ley, otra cosa es el aspecto estético y ético de la cuestión.

La Constitución española establece, en el punto 4 de su artículo 159, que "la condición de miembro del Tribunal Constitucional es incompatible con todo mandato representativo; con los cargos políticos o administrativos; con el desempeño de funciones directivas en un partido político o en un sindicato y con el empleo al servicio de los mismos; con el ejercicio de las carreras judicial y fiscal, y con cualquier actividad profesional o mercantil".

El propio presidente del tribunal se ha reunido este mismo jueves con los demás magistrados del órgano para explicarles su militancia al PP y asegurarles que no es incompatible con su cargo, según la ley.

De hecho, el artículo 19 de la Ley Orgánica que rige el Tribunal Constitucional redunda en ese punto y asegura que dicho cargo es incompatible "con el desempeño de funciones directivas en los partidos políticos (...)".

La confusión, en esta caso, proviene la Ley Orgánica del Poder Judicial y el artículo 127 de la Constitución que sí explicitan que los jueces y magistrados no pueden "pertenecer a partidos políticos". Sin embargo, "esta ley no es aplicable a los miembros del TC porque es un órgano independiente que no forma parte del poder judicial", explica el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad Carlos III de Madrid, Emilio Pajares.

"No hay debate jurídico: el presidente del Constitucional no ha incumplido las normas", asegura este profesor. Sin embargo, explica el conocimiento de su militancia es "relevante" y que "sí existe debate político, ético y estético porque debe juzgar leyes hechas por un Gobierno del partido en que milita". "El Tribunal Constitucional tiene que ser imparcial y aparecentar imparcialidad".

"Es sorprendente, no cabe duda, porque miramos con recelo al órgano", analiza Pajares, pero "un juez debe ser independiente cuando firma y argumenta sus sentencias". Este profesor recuerda que, por ejemplo, Pérez de los Cobos se postuló a favor del matrimonio homosexual, en contra de un recurso interpuesto por el PP.

Otra cosa hubiera sido que Pérez de los Cobos hubiera ejercido de juez antes de entrar en el Constitucional, porque su militancia (entre 2008-2011, en diciembre de 2010 entró en el TC) sí habría sido incompatible por la ley del Poder Judicial. "Sin embargo, ese no es el caso ya que proviene del mundo académico", explica la profesora de Constitucional de la Uc3m, Lidia Suárez.

El actual presidente del Constitucional ha centrado su carrera en el mundo académico y es doctor en Derecho por las Universidades de Valencia y de Bolonia (Italia), además de Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad Complutense de Madrid.

En cualquier caso, "si hubiera habido incompatibilidad, que en este caso no la hay, se hubiera solucionado renunciando a su militancia antes de haber sido nombrado", explica el profesor Pajares. De hecho, el propio Pérez de los Cobos, cuando era candidato a entrar en el TC, renunció a su labor como asesor laboral, para evitar una posible incompatibilidad.

La polémica ya ha saltado a la red y en Twitter, diversos profesores de Derecho Constitucional ya ha expresado su opinión, alejando el foco de un tema puramente normativo hacia el plano más ético y estético, más en un organismo tan fundamental como el TC y en el que la lucha ideológica siempre está tan presente.