Prisión preventiva para un cuarto implicado por la muerte de la paraje holandesa

Se suma a los de Juan Cuenca y dos sicarios rumanos por el doble asesinato de los holandeses
Ingrid y Lodewijk
Ingrid y Lodewijk
RONALD HOOGENDOORN
Ingrid y Lodewijk

La titular del juzgado de Instrucción 5 de Molina de Segura acordó el pasado 12 de julio la prisión provisional de S.A.L. dentro de las diligencias previas número 864/13 por la muerte violenta de los ciudadanos holandeses, Ingrid Visser y Lodewjik Severein, después de aceptar la inhibición del Juzgado de Instrucción número 7 de Murcia, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Murcia

Por este mismo procedimiento, anteriormente, se ordenó también la prisión cautelar de J.C.L., V.I. y C.S., medida que fue ratificada el pasado 28 de junio por la juez encargada de dirigir la instrucción del caso.

Igualmente, la magistrada ha acordado prorrogar el secreto del sumario.

Los hechos se remontan al 13 de mayo, cuando la pareja desembarcó en el aeropuerto de El Altet (Alicante) con la intención de pasar tres días en Murcia. Solo un día después, ambos tenían una cita médica en una clínica de la capital murciana, aunque los motivos de esta fueron mantenidos en secreto por la familia en todo momento, al entender que no era "relevante" para la investigación.

Ingrid Visser, con 1,90 metros de altura, delgada, rubia y con ojos azul claro, era muy conocida en su país porque había sido una jugadora profesional de voleibol y había representado a Holanda en más de 500 ocasiones en campeonatos, al tiempo que había sido integrante de varios equipos españoles. De hecho, de 2009 a 2011 formó parte del equipo CAV Murcia 2005.

Durante el tiempo que formó parte de la plantilla del CAV Murcia 2005 residió en Murcia con su pareja Lodewijk hasta que, en 2011, ella decidió poner punto y final a su carrera profesional. Después decidieron regresar a Holanda, pero en los últimos dos años han vuelto en varias ocasiones a Murcia para pasar unos días, porque les gustaba la Región y le tienen "cariño".

El lunes, 13 de mayo, comenzó su última visita. La pareja alquiló un coche en el aeropuerto, un Fiat Panda de color negro con matrícula 9254 GTC, con el que se desplazó hasta Murcia, donde se hospedaron en el hotel Churra-Vistalegre. Ese mismo lunes fue el último día en el que se les vio con vida: tras registrarse en la recepción del hotel, volvieron a coger el coche por la tarde y desaparecieron.

La directora de la clínica avisó a la Policía de que la pareja había acudido en otras ocasiones al centro médico y eran "serios" porque siempre cumplían con las citas.

A partir de ese momento, la Policía Nacional entendió que había un motivo para investigar una desaparición y abrió los cauces y protocolos apropiados para su búsqueda.

La Policía abrió varias vías de investigación, y una de ellas condujo a los agentes hasta una vivienda en el municipio murciano de Molina de Segura. Al llegar al lugar, la Policía Científica confirmó que ahí se había cometido un acto violento.

En base a estas pruebas, la Policía continuó con las líneas de investigación y procedió a la detención de una persona de nacionalidad española en Valencia, Juan Cuenca. En base a los datos recabados en todas las actuaciones, la Policía averiguó que en una finca de la pedanía murciana de Alquerías podían encontrar más pruebas respecto a la investigación.

Los agentes excavaron la tierra y las primeras pruebas aparecieron a 50 centímetros de profundidad. Más tarde, y a más profundidad, encontraron los restos de dos personas que, según certificaron los investigadores, correspondían a un hombre y a una mujer. Fueron detenidos tres individuos en relación al crimen.

El juzgado de Instrucción número 17 de Valencia ordenó prisión provisional, comunicada y sin fianza para los tres detenidos. Los análisis de ADN confirmaron que los restos mortales se correspondían con los dos holandeses fallecidos, y los estudios forenses determinaron una muerte violenta, idéntica en ambos casos, motivada por traumatismo craneoencefálico.

A finales de junio, los tres detenidos por su presunta implicación en el crimen de la pareja holandesa, volvieron a acogerse a su derecho a no declarar ante la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Molina de Segura, Olga Reverte, quien ratificó la prisión decretada sobre ellos.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento