El PSOE y el PSC han aplazado este sábado la revisión de sus relaciones y han pactado crear un comité permanente de coordinación política, encargado de hacer un seguimiento del día a día y de la gestión política cotidiana para mejorar la cooperación entre ambos partidos en el ámbito orgánico y parlamentario.

Esta figura se ha aprobado por unanimidad en el Comité Federal del PSOE, donde finalmente no se ha estudiado la revisión del protocolo de relaciones, que había molestado a muchos "barones" del partido porque admitía la posibilidad de que los socialistas catalanes votaran diferente en el Congreso en asuntos de especial relevancia para Cataluña.

Según han confirmado fuentes socialistas, con esta propuesta se da el visto bueno también al regreso a la dirección del grupo parlamentario de un representante del PSC, después de que el diputado José Zaragoza se viera forzado a abandonarla hace unos meses, cuando los socialistas catalanes rompieron la disciplina de voto para respaldar el derecho a decidir.

El Comité Federal del PSOE no ha abordado finalmente el nuevo protocolo de relaciones, ante el rechazo que había despertado en varias federaciones socialistas la posibilidad de dejar que el PSC tuviera libertad de voto en el Congreso, y se ha limitado a dar el visto bueno a una especie de comité de enlace entre los dos partidos y dentro del grupo parlamentario.

De acuerdo con las fuentes, con la decisión no se da libertad de voto al PSC en temas en los que haya discrepancias, como habían pedido los socialistas catalanes, sino que las diferencias se tratarán de resolver con diálogo acercando posturas.

"No hay ni concesiones ni cesiones. Es un acuerdo entre dos partes, unos partidos que comparten un ideario y el fin de su acción política", han subrayado las fuentes.

Al hilo de lo anterior, tanto el PSOE como el PSC se han comprometido a poner todo su empeño en "seguir juntos en esto" ante la difícil situación en Cataluña entre el "secesionismo" de CiU y ERC y el "inmovilismo".

Desde el PSC se ha recalcado que no van a renunciar a su autonomía, pero tampoco van a olvidar que pertenecen "a una misma familia política".

Este comité permanente quiere fortalecer la colaboración entre ambos partidos, asegurar la participación sobre aspectos concretos que afectan a la acción política en Cataluña y compartir las estrategias políticas en aquellos asuntos que afectan al Estado, todo ello respetando los ámbitos de autonomía de cada organización.

Formarán parte de él los líderes del PSOE y del PSC, un miembro de cada Ejecutiva y dos del grupo parlamentario, uno en representación de cada partido.

Este sábado por la mañana el líder del PSOE en Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se había mostrado muy crítico con la posibilidad de que el PSC tuviese autonomía de voto en el Congreso en temas que afecten a Cataluña y advirtió de que "habría que replantearse muchas cosas" si se materializa esa idea.

"Si se está pidiendo que se pueda votar de manera diferenciada, es que no somos lo que yo creía que éramos", ha subrayado Fernández Vara, quien ha explicado que su opinión es que los socialistas son "una organización política que en Cataluña se llama PSC y que en el resto de España se llama PSOE, pero que es la misma".

Por eso, ha insistido en la necesidad de aclarar "de una vez por todas" si el PSC representa al PSOE en Cataluña "sí o no" y, en caso afirmativo, "no tendría ningún sentido" que los diputados catalanes puedan votar de manera diferente "en ningún caso".

La autonomía de voto en el Congreso en asuntos que afectan a Cataluña es una reclamación histórica del PSC, cuyo primer secretario, Pere Navarro, se comprometió a llevar a la práctica cuando asumió el cargo y que ahora se negocia plasmar en el nuevo protocolo de relaciones con el PSOE.

También se ha mostrado abiertamente contrario a ese protocolo el secretario general del PSM, Tomás Gómez, quien ha afirmado que ni le gusta ni está de acuerdo con un protocolo que abre la posibilidad a que el PSC tenga un voto diferenciado en el Congreso.

En esta misma línea, el líder de los socialistas de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha dejado claro que el PSOE no va a renunciar "nunca" a tener un mismo proyecto para toda España y ha advertido de que las decisiones que afectan al conjunto de los españoles no pueden tomarse de forma "aislada".

Por su parte, el vicesecretario general del PSOE de Andalucía, Mario Jiménez, ha confiado en que gracias al diálogo y la negociación continua no se tenga que plantear un voto diferenciado entre el PSOE y el PSC en el Congreso.

Antes de celebrarse el Comité Federal, fuentes socialistas aseguraban que el PSOE y el PSC tenían muy avanzado un acuerdo por el cual los socialistas catalanes podrán tener libertad de voto en el Congreso en los temas que afecten a los intereses de Cataluña, en los que incluso podrían llegar a tener un voto diferenciado del PSOE.

Este nuevo protocolo contemplaría una fórmula que dejaría abierta la posibilidad de que los socialistas catalanes puedan tener libertad de voto en el Congreso en los asuntos relacionados con Cataluña, de manera que no se especifique una prohibición expresa.

Uno de los flecos que se está negociando también es la vuelta del PSC a la dirección del Grupo Socialista en el Congreso, que tuvo que abandonar hace unos meses José Zaragoza después de que los diputados del PSC se desmarcasen del PSOE para votar a favor del derecho a decidir de los catalanes en una consulta, un asunto en el que la exministra Carme Chacón se abstuvo.

El líder del PSC, Pere Navarro, necesita un acuerdo de estas características con el nuevo protocolo después de que el acuerdo para la reforma constitucional que el PSOE selló en Granada con todas las federaciones socialistas ha generado un cisma interno en el PSC.

En este sentido, un sector crítico cuestiona a Navarro por un acuerdo en el que no se reconoce un Estado plurinacional ni a Cataluña como nación, además de que tampoco contempla el derecho a decidir de los catalanes.

En este contexto y a la espera del acuerdo definitivo en el comité federal, el PSC ha convocado para este domingo, 14 de julio, un Consell Nacional extraordinario que se prevé importante porque servirá para rubricar el acuerdo de reforma federal de la Constitución alcanzado con el PSOE en Granada y, previsiblemente, el nuevo protocolo de relaciones con los socialistas españoles.