El control de la venta de oro y joyas de segunda mano permite a la Ertzaintza resolver una media de 60 delitos al año

El control de la venta de oro y joyas de segunda mano ha permitido a la Ertzaintza resolver una media de 60 delitos al año únicamente en Bilbao. La Policía vasca ha detectado prácticas irregulares e ilegales en una minoría de este sector, lo que se ha traducido en la detención durante los últimos meses de nueve responsables de este tipo de negocios por delitos de receptación principalmente.
Pulsera de la colección 'Joyas de Balay'
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BALAY
Pulsera de la colección 'Joyas de Balay'

El control de la venta de oro y joyas de segunda mano ha permitido a la Ertzaintza resolver una media de 60 delitos al año únicamente en Bilbao. La Policía vasca ha detectado prácticas irregulares e ilegales en una minoría de este sector, lo que se ha traducido en la detención durante los últimos meses de nueve responsables de este tipo de negocios por delitos de receptación principalmente.

Asimismo, el Departamento de Seguridad abrió en 2012 un total de 73 expedientes por incumplimiento de medidas de seguridad o irregularidad en el proceso de compra de oro y joyas en toda Euskadi, ha informado la Ertzaintza.

Desde el año 2010 la Policía vasca lleva a cabo un control sistemático de todas las transacciones de compra venta de oro y joyas de segunda mano. Los expertos policiales de la Unidad de Investigación Criminal de Guardia reconocen que el seguimiento de esta actividad económica está ofreciendo buenos resultados a la hora de retirar de la circulación a autores de ventas irregulares y receptadores que se sitúan a ambos lados del mostrador de la compraventa. Esta actividad está sometida a la leyes de Seguridad Privada, Seguridad Ciudadana y Metales preciosos entre otra normativa.

Semanalmente los responsables de esos negocios deben llevar a la comisaría de su demarcación una copia del contrato donde se recogen los datos más significativos de la transacción. El informe incluye el valor de la operación, el peso, los quilates entre otros detalles y una imagen de todo el material. De momento, el proceso se realiza en papel aunque el Departamento de Seguridad trabaja en la implantación de una fórmula telemática que agilice este trámite.

A partir de la entrega de esos informes la Policía vasca cuenta con un período de tiempo en el que las piezas no pueden ir a fundición ni volver a la venta y en el que se investiga su procedencia.

En el caso de Bilbao, los agentes responsables de su control reciben una media semanal de 1.500 contratos de transacciones. Este sistema de control fue creado en el seno de la UICG de la Comisaría de Deusto en 2010, aunque hoy en día se aplica en todas las Comisarías de Euskadi.

Los agentes cruzan la información recogida en esos contratos con la descripción de joyas y piezas de oro y otros metales preciosos que se aporta en los centenares de denuncias que semanalmente recibe la Policía vasca. Si se localiza alguna coincidencia, la Ertzaintza inmoviliza todo el lote y amplia la investigación hasta confirmar la procedencia ilícita del oro o las joyas. El caso se cierra con la detención de los autores del delito y la devolución del botín a su legítimo dueño.

Desde la implantación de este tipo de control, en 2010, y hasta 2012, la Ertzaintza de Bilbao ha podido aclarar gracias a esa labor un centenar de delitos. Asimismo se han detectado 85 casos de delitos de receptación, falsedad o estafa. Esas más de 60 operaciones anuales contra la delincuencia por el control de las joyas en la demarcación de Bilbao se han desarrollado en toda la provincia de Bizkaia y también en territorios como Zaragoza, Madrid, Logroño, Burgos o Navarra. Fruto de esa labor de seguimiento de esa actividad se han abierto además en esos tres años 150 expedientes por hechos contra la Ley de Seguridad Ciudadana.

Uno de los casos más significativos se ha producido entre marzo y mayo de 2013. La Ertzaintza desarrolló en esos meses dos operaciones encadenadas que son ejemplo de la conexión entre ladrones y receptadores. Primero se detuvo a una banda dedicada al robo en viviendas y comercio de Bizkaia y Cantabria, a la que se acusó de medio centenar de asaltos. Las pesquisas sobre el destino de lo robado llevó dos meses después a la detención de cinco personas, responsables de dos compraventas de oro en Portugalete, acusados de adquirir a sabiendas de su procedencia ilegal piezas de oro y joyas sustraídas por la banda de ladrones.

Hace unos meses la Ertzaintza detuvo en Barakaldo a una mujer de 32 años, empleada de un establecimiento de compraventa de oro, por sustraer dos kilogramos de ese metal falsificando la documentación del contrato. También se han llegado a practicar detenciones por receptación y falsificación de documentos de responsables de estos establecimientos en Bilbao y Getxo.

En agosto de 2011 en Bilbao se produjo la coincidencia de que los asaltantes de un hombre mayor al que sustrajeron con violencia un anillo y una medalla de oro fueron detenidos tras intentar vender esas piezas en el establecimiento regentado por la hija de la víctima.

Control de las medidas de seguridad

Actualmente hay registrados en Álava 22 establecimientos de compraventa de joyas y metales preciosos, en Bizkaia 99 y en Gipuzkoa 52. Hasta el año 2010 los establecimientos en Euskadi no superaban los 20. En los tres últimos años, en Álava han abierto 22 establecimientos, 90 en Bizkaia y 61 en Gipuzkoa.

La Unidad de Seguridad Privada de la Ertzaintza es la encargada de supervisar la instalación y el mantenimiento de las medidas de seguridad que contemplan la Ley y el ¡ Reglamento de Seguridad Privada. Tras inspeccionar las condiciones de los establecimientos de compraventa de joyas y metales preciosos se autoriza su apertura.

Las medidas que deben reunir este tipo de negocio son similares a otros establecimientos donde se maneja cantidades relevantes dinero o piezas de valor como joyerías o administraciones de lotería. Entre esos requisitos figuran conexión a una central de alarmas, blindaje de puertas y escaparate, caja fuerte, o detectores de intrusión por ejemplo.

Asimismo, este servicio policial es responsable de diligenciar los libros de registro de los asientos de compraventa. En esos libros, los titulares de los establecimientos deben reflejar los datos más significativos de la transacción.

En caso de incumplimiento de alguna de las medidas se abre expediente que estudia la Dirección de Coordinación de Seguridad del Departamento de Seguridad. En 2012 se abrieron un total 73 expedientes: 68 leves y 5 graves. La mayor parte, 46, corresponden

a locales de Bizkaia, 22 a Gipuzkoa y 5 a Álava. La mayor parte de las infracciones se refieren a cuestiones de la documentación de los contratos, pero también a desconexiones voluntarias de la central de alarmas o fallos de seguridad.

La Ertzaintza estima conveniente que aquellas personas que tengan joyas y objetos de valor los fotografíen para que, en caso de pérdida o sustracción, si son localizados puedan ser identificados y devueltos a sus dueños.

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