El jurado declara por unanimidad a Bretón culpable del asesinato de sus hijos Ruth y José en 2011

José Bretón mira a su abogado momentos antes de abandonar la sala de la Audiencia Provincial de Córdoba custodiado por agentes de la Policía Nacional. El jurado popular declaró por unanimidad a Bretón culpable del asesinato de sus hijos Ruth y José en 2011.
José Bretón mira a su abogado momentos antes de abandonar la sala de la Audiencia Provincial de Córdoba custodiado por agentes de la Policía Nacional. El jurado popular declaró por unanimidad a Bretón culpable del asesinato de sus hijos Ruth y José en 2011.
EFE/ Rafa Alcaide
José Bretón mira a su abogado momentos antes de abandonar la sala de la Audiencia Provincial de Córdoba custodiado por agentes de la Policía Nacional. El jurado popular declaró por unanimidad a Bretón culpable del asesinato de sus hijos Ruth y José en 2011.

El jurado popular ha declarado este viernes a José Bretón culpable del asesinato en 2011 de sus dos hijos, Ruth y José, y el juez Pedro J. Vela, presidente del tribunal, tendrá ahora que redactar la sentencia y establecer una posible condena; según han confirmado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) a 20minutos.es, no hay fecha límite para el dictado de la sentencia.

Bretón ha escuchado el veredicto en la Audiencia Provincial de Córdoba sentado al lado de su abogado, con el rostro muy serio y sin mirar directamente, durante buena parte de la lectura, al portavoz del jurado, que ha detallado todos aquellos hechos del objeto del veredicto que han sido declarados probados por unanimidad: entre ellos, que Bretón quemó en la hoguera a sus dos hijos el 8 de octubre de 2011.

Asimismo, el jurado considera que la muerte de los niños fue de tipo "violento homicida" y dice que Bretón usó su fuerza para cometer el crimen, evitando que ellas pudieran defenderse. Asimismo, han declarado probado que Bretón actuó por venganza contra su exmujer.

El jurado, que también entiende que Bretón es culpable de simulación de un delito de detención ilegal o secuestro de los menores, ha determinado que en caso de que el imputado sea condenado por los delitos de los que se le acusa, no se solicite al Consejo de Ministros su indulto.

El abogado de Bretón ha manifestado que no está de acuerdo con el veredicto, que sigue pidiendo su absolución y que su cliente recurrirá. La fiscal, por su parte, ha pedido la pena máxima para Bretón, 20 años de prisión por cada una de las muertes. La abogada de la exmujer de Bretón ha lamentado que Ruth Ortíz no va a poder recibir los restos de sus hijos, ya que no ha quedado probado que los restos sean de los niños al no haber ADN.

"Venganza contra su esposa"

El jurado considera probado que en septiembre de 2011, cuando Ruth Ortiz le comunicó a su entonces marido, José Bretón, su intención de separarse y quedarse a vivir con sus hijos en Huelva, el acusado "concibió la idea de dar muerte a los niños como venganza contra su esposa".

Para ejecutar dicho plan, Bretón decidió que "el lugar más adecuado" sería la finca de "Las Quemadillas" y que la fecha sería el 8 de octubre de 2011, aprovechando que ese fin de semana "estaría con los niños conforme al acuerdo al que habían llegado" previamente y negándose a alterar las fechas.

El jurado considera probado que el 29 de septiembre de 2011, Bretón compró unos tranquilizantes, que un médico le había recetado con anterioridad, con los que poder "adormecer e incluso matar a sus hijos con toda facilidad".

Asimismo, con la intención de "hacer desaparecer los cuerpos de sus hijos", entre el 15 de septiembre de 2011 y el 7 de octubre de 2011, el acusado "hizo acopio de leña" en la finca y "adquirió combustible" en grandes cantidades en una gasolinera de Huelva comprando un total de 271 litros de gasóleo.

También considera probado que, como "coartada para la desaparición física de sus hijos", Bretón decidió "fingir" que se le habían perdido en un parque e hizo una "especie de experimento" con sus sobrinos dos días antes del suceso.

"Simulación del extravío"

El jurado relata en su veredicto que Bretón recogió a sus hijos en Huelva sobre las 15.00 horas del 7 de octubre de 2011 y marchó con ellos a Córdoba, donde primero estuvieron en casa de los padres del acusado y posteriormente en casa de su hermana, donde dejó a los niños para poder ir a la finca y dejar allí las garrafas de combustible que había comprado.

Para dar mejor cobertura a la "simulación del extravío" de sus hijos, se considera probado que Bretón les propuso a sus hermanos acudir en la tarde del suceso a la Ciudad de los Niños, aunque sin concretar la cita, mientras que le dijo a su madre que no comerían en su casa ya que habían quedado con unos amigos.

El jurado también considera probado que Bretón permaneció con sus hijos y sobrinos en casa de su hermana hasta las 13.30 horas del 8 de octubre de 2011 mientras que sus cuñados hacían la compra en un hipermercado, y cuando volvieron su cuñado llevó al acusado y sus hijos hasta la casa de los abuelos de éstos.

Añade el veredicto que al salir de la casa de sus padres, Bretón se dirigió con su vehículo a la finca de "Las Quemadillas" y suministró a los niños, durante el trayecto o al llegar a la parcela, un número indeterminado de pastillas tranquilizantes para "facilitar su adormecimiento total y/o su muerte".

Una vez llegaron a la finca, sobre las 13.48 horas, Bretón telefoneó de nuevo a su esposa sin que lograra comunicar con ella, por lo que decidió "seguir con su propósito criminal".

La hoguera, una "pira funeraria"

El jurado considera probado que acto seguido, Bretón preparó una "especie de pira funeraria" en un lugar de la finca "sin visibilidad desde el exterior", en la cuál "colocó los cuerpos de sus hijos", junto con una mesa metálica, y prendió una hoguera "que avivó rápidamente gracias al uso de leña y gasoil".

La hoguera alcanzó unas temperaturas de hasta 1.200 grados, logrando un efecto similar a un horno crematorio, de tal forma que las partes blandas de los cuerpos de los niños desaparecieron rápidamente, quedando únicamente unos restos óseos.

El jurado considera probado que Bretón permaneció junto a la hoguera hasta las 17.30 horas, alimentándola con gasóleo para mantener la elevada temperatura que permitiera la total calcinación y desaparición de los cuerpos de sus hijos.

De esta manera, Bretón, prevaliéndose de su condición de padre y su mayor fortaleza física, confianza de los niños y autoridad sobre ellos, acabó con la vida de sus hijos de una forma "violenta homicida".

Llamada al 112 de emergencias

Posteriormente, Bretón condujo hasta el entorno de la "Ciudad de los Niños" aparcando su coche sobre las 18.01 horas a unos trescientos metros del parque donde dice que los perdió, momento en el que intercambió mensajes telefónicos con su hermano para hacerle creer que ya estaba allí.

Cuando Bretón consideró que había transcurrido un tiempo suficiente para hacer creíble la "ficticia desaparición de los menores" llamó a su hermano de nuevo sobre las 18.18 horas diciéndole que había perdido a sus hijos. Sobre las 18.41 horas, llamó al teléfono de emergencias 112 comunicando la desaparición y acudió sobre las 20.43 horas a la comisaría de policía para prestar declaración.

Finalmente, el jurado considera probado que los restos óseos analizados por todos los peritos y forenses proceden de la hoguera de "Las Quemadillas" y que pertenecen a dos niños de 2 y 6 años, por lo que puede concluirse que "racionalmente" proceden de los "cuerpos sin vida de Ruth y José Bretón".

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