Un hombre confiesa haber robado un fósil de dinosaurio de hace 70 millones de años

  • El hombre, vecino de Coll de Nargó (Lleida) de 60 años, devolvió la pieza después de que los Mossos le convencieran de su relevancia histórica.
  • Se trata de un resto de valor incalculable, sustraído en mayo.
  • El ladrón lo depositó cerca del yacimiento e hizo una llamada anónima. Después confesó el robo a la policía.

Agentes de los Mossos d'Esquadra adscritos a la Unidad Central de Robos con Fuerza y Patrimonio Histórico han imputado a un vecino de Coll de Nargó (Alt Urgell) de 60 años como supuesto autor del robo del fósil de un vertebrado de hace 70 millones de años en el yacimiento arqueológico del mismo municipio.

La actuación policial da por finalizada la investigación, después de que el 26 de junio ya se consiguió que el mismo autor llevara a cabo de manera anónima la restitución de la pieza robada, de valor incalculable. Cuando vio que las investigaciones le señalaban a él, el hombre acabó confesando que había robado el fósil.

A raíz del robo el pasado 29 de mayo de un fósil que podría corresponder con el de una cría de vertebrado de 70 millones de años, el grupo especializado en delitos contra el Patrimonio Histórico de los Mossos d'Esquadra empezó la investigación analizando declaraciones de personas relacionadas con el yacimiento y efectuando una minuciosa inspección del lugar de los hechos.

Las evidencias obtenidas durante la investigación ya apuntaban a la posible autoría de la persona imputada. La estrategia policial en este tipo de delitos siempre prioriza la recuperación de la pieza sustraída en las mejores condiciones posibles. Durante las diversas entrevistas mantenidas con el entonces investigado fue informado de la importancia histórica de la pieza sustraída y de la necesidad de que fuera restituida sin daños.

Así lo acabó haciendo el 26 de junio pasado, cuando lo depositó a pie de carretera en un lugar cercano al robo, junto al Mirador de Cretaci. Con una llamada telefónica anónima, el investigado indicó el lugar exacto donde se podía localizar el fósil.

Con la restitución de la valiosa pieza, los investigadores esperaban los resultados de las pruebas de laboratorio de la policía científica, junto con otras evidencias que vincularían definitivamente al investigado con el robo. Pero éste, conocedor de que las investigaciones policiales le señalaban como posible ladrón, acabó confesando ser el autor material del robo.

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